Un reciente operativo en la cárcel de La Pica, en el estado Monagas, arrojó luz sobre una sorprendente operación de extorsión que se estaba llevando a cabo desde este centro penitenciario. El ministro de Interior, Justicia y Paz, Remigio Ceballos, compartió detalles de este impactante descubrimiento, que involucra la detención de 1.496 reclusos y el desmantelamiento de un centro de llamadas utilizado para la extorsión.
El operativo en la cárcel de La Pica, situada en el estado Monagas, reveló una operación de extorsión que se gestionaba desde el interior de la prisión. Este centro de llamadas, utilizado para presionar y extorsionar a víctimas, fue desmantelado en una acción conjunta de las autoridades.
Como resultado del operativo, 1.496 reclusos fueron puestos a disposición del Ministerio del Servicio Penitenciario. Estos individuos serán trasladados “temporalmente” a otra prisión, aunque no se proporcionaron detalles específicos sobre su destino. El ministro Ceballos explicó que una vez se verifique su proceso judicial, serán reintegrados a la jurisdicción correspondiente.
En el curso del operativo, se logró incautar un impresionante arsenal. Entre las armas confiscadas se encontraban 31 armas largas de diversos calibres, 45 armas cortas, dos subametralladoras, cuatro granadas de mano y una granada lacrimógena. Además, se confiscaron 56 cargadores y 1,200 cartuchos de diferentes calibres, junto con 120 teléfonos celulares utilizados en la operación.
El periodista Eligio Rojas ofreció información adicional sobre esta operación y destacó que dentro del Internado Judicial de Monagas, específicamente en La Pica, existía un área desde la cual se realizaban llamadas a las víctimas de extorsión. Estas llamadas se utilizaban para coordinar los pagos en dólares, conocidos como “vacunas,” que posteriormente serían retirados por las células aliadas de Pedro El Rapidito y El Yeferson.
Este perturbador hallazgo en la cárcel de La Pica destaca la importancia de mantener un control efectivo en los centros penitenciarios para evitar la perpetuación de actividades delictivas desde el interior de las prisiones. Como sociedad, es esencial respaldar los esfuerzos de las autoridades para erradicar la extorsión y otras actividades criminales, garantizando un sistema penitenciario seguro y eficaz. La reubicación temporal de los privados de libertad debe ser acompañada de una revisión judicial exhaustiva para asegurar un proceso justo y legal.