En una operación coordinada, las autoridades policiales y militares han rodeado desde tempranas horas de la mañana la cárcel La Cuarta en Yaracuy, como parte de la continuación de la Operación Gran Cacique Guaicaipuro, iniciada hace dos meses con la intervención en la Cárcel de Tocorón en Aragua.
La situación ha generado preocupación entre los familiares de los reclusos, quienes se encuentran desplegados en busca de información sobre sus seres queridos.
Operación Gran Cacique Guaicaipuro en Marcha
El despliegue de autoridades en los alrededores de la cárcel La Cuarta forma parte de la Operación Gran Cacique Guaicaipuro, una estrategia que ha estado en curso desde hace dos meses, comenzando con la intervención en la Cárcel de Tocorón en Aragua.
Este enfoque integral tiene como objetivo mejorar las condiciones y seguridad en las instituciones penitenciarias del país.
Situación Informada por el Observatorio Venezolano de Prisiones
El Observatorio Venezolano de Prisiones ha informado a través de sus canales oficiales sobre la situación en La Cuarta. Destacaron que los familiares, preocupados por la seguridad de los reclusos, se encuentran desplegados en las inmediaciones de la cárcel en busca de información actualizada sobre la operación en curso.
Preocupación por el Trato a los Familiares
Además, el Observatorio dio a conocer las tensiones entre los funcionarios y los familiares de los presos. Las palabras “Fuera de esta vaina, a quien no haga caso la meten presa” resuenan en las inmediaciones del penal La Cuarta, evidenciando un ambiente de preocupación y tensión durante el desarrollo de la operación.
En medio de este despliegue de autoridades, es crucial asegurar la transparencia y el respeto a los derechos de los reclusos y sus familiares. La complejidad de las intervenciones en centros penitenciarios demanda una atención especial a los procedimientos y a la comunicación efectiva con los familiares. Se insta a las autoridades a mantener una vía de información clara y precisa para tranquilizar a los familiares, al mismo tiempo que se garantiza el respeto a los derechos humanos de los reclusos. La colaboración con organizaciones defensoras de derechos humanos podría contribuir a un abordaje más equitativo y justo en situaciones sensibles como estas.