El inicio del año escolar 2023-2024 en Venezuela ha dejado al descubierto las limitaciones del programa de brigadas comunitarias militares educativas (bricomiles) destinado, según el gobierno, a la rehabilitación de instituciones educativas. A pesar de los esfuerzos enfocados en mejoras estéticas, la falta de atención a los servicios básicos esenciales como agua, electricidad y saneamiento ha generado una crisis en la infraestructura escolar. La asociación civil Con la Escuela presenta hallazgos preocupantes, revelando carencias que afectan la calidad educativa en el país.
Carencias en Infraestructura y Servicios Básicos: El programa de bricomiles, concebido para embellecer fachadas y espacios escolares, ha resultado insuficiente para abordar las carencias estructurales y de servicios básicos en las instituciones educativas. Según el informe de la ONG Con la Escuela, basado en el monitoreo de 79 escuelas en siete estados, las condiciones de los planteles públicos distan de ser ideales.
El Rol de FEDE y la Falta de Transparencia: A pesar de la existencia de la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas (FEDE), encargada del mantenimiento de instituciones educativas, los programas como “Una gota de amor para mi escuela” y “Plan Escuela, Liceo y Universidad Tricolor” han asumido responsabilidades integrales de reparación. La falta de transparencia en el presupuesto y ejecución de FEDE dificulta evaluar su impacto real en la infraestructura escolar.
Crisis del Agua y sus Consecuencias: El informe destaca que el 20.3% de las escuelas dejaron de recibir servicio de agua en los años escolares 2022-2023 y 2023-2024. Entrevistas realizadas por TalCual con Óscar Iván Rose de Con la Escuela revelan que la falta de agua es la principal causa de ausentismo escolar, afectando el 30% de la suspensión de clases. La carencia de tanques de agua y la falta de suministro constante han generado problemas de higiene y salubridad en las instituciones.
Impacto en la Calidad Educativa: Además del problema del agua, el 48.1% de las instituciones no cuenta con baños operativos, mientras que el 54.43% carece de servicio eléctrico. La falta de electricidad afecta principalmente a las escuelas rurales, mientras que la carencia de agua impacta directamente en la jornada de clases. La ausencia de servicios básicos esenciales dificulta que los estudiantes puedan cumplir con un horario completo de actividades escolares.
La situación de la infraestructura escolar en Venezuela requiere una atención inmediata y efectiva. Aunque las bricomiles han avanzado en mejoras superficiales, los problemas fundamentales persisten. La falta de coordinación entre los programas gubernamentales y la ausencia de transparencia en la gestión de FEDE contribuyen a la crisis actual. Para salvaguardar la calidad educativa, es crucial que el gobierno, junto con FEDE, enfoque sus esfuerzos en abordar las carencias de servicios básicos y estructurales. Solo así se garantizará un entorno educativo adecuado para los estudiantes venezolanos.