En un escenario alarmante, el servicio eléctrico en más de 50 centros de salud en Venezuela se ve afectado de manera constante, revelando un preocupante patrón de fallos diarios que impacta significativamente en el suministro de agua. Un reciente informe de Monitor Salud, una organización no gubernamental, destaca las consecuencias desastrosas de esta situación en el crucial sector de la salud, planteando interrogantes sobre la calidad y la disponibilidad de recursos esenciales en medio de la ya complicada realidad sanitaria del país.
Electricidad Interrumpida y Escasez de Agua:
El problema eléctrico, que persistió durante todo octubre en 52 centros de salud, afecta gravemente el suministro de agua en estas instituciones médicas. La investigación diaria de Monitor Salud revela que la electricidad no es un servicio permanente, y este fallo tiene repercusiones directas en la disponibilidad diaria y continua de agua en los hospitales. De los centros afectados, 25 se encuentran en la región central, 17 en la occidental y 10 en la oriental.
Inconsistencias en el Suministro de Agua:
Cuando el recurso hídrico finalmente llega, su distribución no es uniforme en todas las áreas, creando desafíos adicionales para la atención médica. La falta de consistencia en el suministro de agua obliga a depender en gran medida de cisternas y pozos, estrategias que intentan suplir las deficiencias estructurales.
Carencias en Insumos de Protección:
El informe subraya que en el 67 % de los centros de salud se considera insuficiente la dotación de tapabocas, mientras que el 69 % carece de guantes. Además, el 80 % no cuenta con protección facial/ocular, exponiendo a los trabajadores de la salud a un riesgo significativo. Esta escasez de insumos esenciales complica la tarea diaria de los profesionales médicos.
Déficit en Productos de Limpieza e Higiene:
La problemática se agrava al constatar que el 27 % de los centros carece de cloro, el 43 % no cuenta con jabón y el 32 % sufre la falta de desinfectante. Estos déficits comprometen seriamente los protocolos de limpieza y desinfección, aumentando el riesgo de infecciones nosocomiales y afectando la seguridad de los pacientes y el personal médico.
En medio de esta crítica situación, Monitor Salud hace un llamado urgente a la acción. Recomienda establecer metas claras y una hoja de ruta, implementar normas y mecanismos de rendición de cuentas, mejorar la infraestructura y su mantenimiento, así como impulsar el desarrollo profesional del personal sanitario. La crisis en los centros de salud venezolanos no solo es eléctrica; es una crisis sistémica que demanda soluciones integrales y comprometidas. Ante la escasez de recursos básicos y la falta de medidas efectivas, el sistema de salud enfrenta un desafío monumental que exige respuestas concretas y acciones inmediatas para garantizar el bienestar de la población vulnerable.