En un escalofriante suceso en Caraballeda, estado La Guaira, una mujer de 43 años fue arrestada por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) por maltratar brutalmente a su hija de 15 años. El director del Cicpc, Douglas Rico, reveló los detalles a través de su cuenta de Instagram, exponiendo una situación desgarradora de violencia intrafamiliar que involucra el uso de un cuchillo como instrumento de agresión.
Detención Impactante: La detención se llevó a cabo gracias a una comisión policial de la Coordinación de Investigaciones de Delitos Contra las Personas La Guaira, en el sector Los Corales, parroquia Caraballeda. La mujer, identificada como C.E.M.V., fue aprehendida por la constante agresión física hacia su hija adolescente, utilizando, en esta ocasión, un arma blanca de tipo cuchillo para infligir heridas cortantes en diversas partes del cuerpo.
Historial de Violencia y Consumo de Sustancias: Rico informó que la agresora, sumida en el consumo excesivo de sustancias psicotrópicas y estupefacientes, sometía a su hija a crueles tratos constantes. Estos actos de violencia acontecían en una residencia del sector El Collao. Además, reveló que la mujer tiene antecedentes verificados en el Sistema de Investigación e Información Policial (Siipol), con dos registros por abuso sexual a menores y por violación a la ley orgánica de sustancias estupefacientes.
Evidencia Recolectada: Durante la aprehensión, se logró colectar como evidencia el cuchillo empleado en las desgarradoras lesiones infligidas a la joven. Este macabro hallazgo refuerza la gravedad de los hechos denunciados. El director del Cicpc aseguró que el caso ha sido remitido a la Fiscalía Octava del estado de La Guaira, donde se espera que se haga justicia.
Este desgarrador incidente pone de manifiesto la urgente necesidad de abordar la violencia doméstica y la protección de los menores. La detención de la agresora, con su historial de abusos, resalta la importancia de intervenciones tempranas para salvaguardar la integridad de los más vulnerables. Es imperativo que la sociedad y las autoridades colaboren en la creación de un entorno seguro para que ningún niño o adolescente tenga que enfrentar atrocidades como las vividas por la joven afectada.