La Asociación Venezolana de Agrotecnología (AVAT) surge como una alianza de diez empresas especializadas en el uso de tecnología para potenciar la productividad agrícola. Esta asociación, conformada por compañías con más de una década de experiencia en el desarrollo de programas tecnológicos para el campo, cuenta con el respaldo de entidades clave como Fedeagro, la FAO, ONUDI, el IICA y ESRI Venezuela.
La Fusión Tecnológica en el Campo
José Augusto Linárez, presidente de la AVAT, enfatiza la importancia de integrar la tecnología para optimizar la producción sin reemplazar el conocimiento ancestral del agricultor. Estas herramientas no buscan instruir en el cultivo, sino potenciar la producción y maximizar el aprovechamiento de la tierra. La iniciativa apunta a aumentar la productividad hasta en un 20% y reducir costos en un 30%.
Tecnología al Alcance de Todos
La AVAT destaca el cambio significativo en la accesibilidad tecnológica. Plataformas que antes eran exclusivas de grandes corporaciones ahora están disponibles a través de suscripciones accesibles para los agricultores venezolanos. Esta democratización tecnológica permite implementar herramientas como el monitoreo satelital en el campo, optimizando recursos y costos.
Integración para el Futuro
El campo venezolano se encamina hacia la exportación, y la tecnología es un pilar fundamental para este paso. Sin embargo, para lograrlo se necesitan políticas públicas que conecten a todos los actores involucrados. La formación de nuevos profesionales en universidades y la alineación de empresas privadas, al igual que la colaboración entre entidades como AVAT y Fedeagro, resultan cruciales en este proceso.
Impulsando el Futuro Agrícola
La AVAT representa un hito en el impulso tecnológico del sector agrícola en Venezuela. La integración de la tecnología, de la mano del conocimiento tradicional, no solo aumentará la productividad y reducirá costos, sino que también preparará a los agricultores para el desafiante pero prometedor camino hacia la exportación. Es crucial que el país continúe promoviendo esta sinergia entre tecnología, conocimiento y políticas públicas para fortalecer y posicionar su agricultura a nivel internacional.