La Amazonía, un tesoro natural que alberga una biodiversidad única, enfrenta una amenaza creciente: la deforestación. Un estudio presentado durante la COP28 arroja luz sobre este fenómeno, destacando un dato preocupante: tres de cada cuatro hectáreas taladas en las últimas cuatro décadas se han destinado a la ganadería.
Dimensión del Problema:
El análisis aborda la magnitud del problema, revelando que cerca de 86 millones de hectáreas de vegetación natural han sido deforestadas entre 1985 y 2022 en la región amazónica.
Ganadería como Principal Impulsor:
El estudio desglosa la causa detrás de la pérdida de cobertura vegetal, señalando que el 75 % de las hectáreas deforestadas se han convertido en pastizales destinados a la ganadería.
Cambios en el Uso del Suelo:
El informe destaca la transformación de vastas extensiones de tierra, donde 66,5 millones de hectáreas se han convertido en pastos, 19,4 millones en tierras agrícolas, y una porción marginal se ha destinado a la minería y otros usos.
Explosión de la Actividad Minera: Una alarma suena al observar que la actividad minera en la Amazonía ha experimentado un crecimiento exponencial del 1.367 % en los últimos 38 años, subrayando el impacto de esta práctica en la degradación del ecosistema.
Aumento de la Intervención Humana:
El estudio resalta un aumento del 169 % en la modificación de territorios por la acción humana, principalmente destinados al pastoreo, elevando la cifra de 51 a 85 millones de hectáreas afectadas.
Panorama Brasileño:
Brasil, con el 61,9 % del territorio amazónico en sus fronteras, se erige como el país más afectado, registrando una reducción del 14 % en la extensión de la selva entre 1985 y 2022, especialmente en el “arco de la deforestación”.
Impacto en Bolivia:
Bolivia, con el 8,4 % de los bosques amazónicos, figura como el segundo país con una deforestación significativa, experimentando una pérdida del 10 % de su cobertura vegetal.
Zonas Boscosas Más Afectadas:
A pesar de que la deforestación no se limita a áreas boscosas, el estudio destaca que estas son las más perjudicadas, exacerbando la vulnerabilidad de ecosistemas cruciales.
Alarmante Pérdida de Bosques:
El análisis pone de relieve la alarmante realidad de que el 81,4 % de la Amazonía está cubierta por vegetación natural, de la cual el 73,4 % son bosques. La pérdida de 6 millones de hectáreas no forestales intensifica la gravedad del problema.
En conclusión, la revelación de que tres de cada cuatro hectáreas deforestadas en la Amazonía se destinan a la ganadería plantea un llamado urgente a la acción. La necesidad de estrategias sostenibles y la protección de este invaluable ecosistema deben convertirse en prioridades globales para preservar la riqueza natural de la Amazonía y asegurar un futuro equilibrado para las generaciones venideras.