En la ensenada de La Guardia, ubicada en el municipio Díaz de la isla de Margarita, los pescadores se enfrentan a una serie de desafíos que obstaculizan su labor diaria. A pesar de ser reconocida como una de las ensenadas más grandes de América Latina, la situación actual presenta dificultades significativas que afectan la actividad pesquera en la región.
La escasez de gasolina
La falta de combustible se ha convertido en uno de los principales obstáculos para los pescadores de La Guardia. Wilfredo Cedeño, representante del Consejo de Pescadores Artesanales, destaca que esta problemática limita su capacidad para faenar en zonas distantes, como la Península de Macanao, donde se encuentra el pescado.
Con solo 120 litros de gasolina proporcionados semanalmente, los pescadores se ven obligados a realizar largos viajes en busca de las capturas, enfrentando dificultades logísticas y económicas para abastecer sus embarcaciones.
La inseguridad como amenaza
Emilio Villasmil, otro pescador de la zona, denuncia la creciente inseguridad que afecta a la comunidad pesquera de La Guardia. Los robos de motores fuera de borda son frecuentes, dejando a los pescadores en una situación vulnerable y desamparada.
A pesar de las promesas de apoyo por parte de las autoridades locales y nacionales, la falta de acción concreta ha generado desconfianza y frustración entre los afectados. La falta de protección y respaldo agrava aún más los riesgos a los que se enfrentan quienes dependen del mar para su sustento.
Solicitud de apoyo urgente
Ante esta situación desafiante, los pescadores de La Guardia hacen un llamado desesperado por apoyo y soluciones. Emilio Villasmil recuerda un incidente de robo que ocurrió hace cinco años y denuncia la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades competentes. La necesidad de acceso regular y suficiente a combustible se vuelve una prioridad urgente, ya que sin él, la capacidad de trabajar y proporcionar para sus familias se ve seriamente comprometida.
La difícil realidad que enfrentan los pescadores de La Guardia en Margarita requiere una acción inmediata y coordinada por parte de las autoridades locales y nacionales. Es imperativo que se aborden tanto la escasez de combustible como la inseguridad que amenaza su seguridad y sustento. Se insta a las instituciones pertinentes a cumplir con sus responsabilidades y brindar el apoyo necesario para garantizar condiciones de trabajo seguras y sostenibles para los pescadores de la región. La falta de acción solo perpetuará el sufrimiento y la precariedad en una comunidad vital para la economía y la cultura de la zona costera.
