La madrugada del domingo, Jerusalén se vio sacudida por estallidos y sirenas antiaéreas debido a un ataque sin precedentes perpetrado por Irán contra Israel. Docenas de drones y misiles balísticos fueron lanzados en una operación que marca un hito en la hostilidad entre ambas naciones y aumenta la posibilidad de un conflicto regional en Oriente Medio.
Ofensiva histórica
El ataque de Irán representa la primera vez que el país persa realiza una ofensiva militar directa y a gran escala contra Israel.
A pesar de décadas de tensiones y enfrentamientos, nunca antes se había visto un acto de esta magnitud, lo que intensifica aún más la enemistad arraigada desde la Revolución Islámica de 1979.
Reacciones internacionales
La comunidad internacional respondió con firmeza ante el ataque iraní. Francia condenó las acciones como una escalada desestabilizadora, advirtiendo sobre los riesgos de una mayor confrontación.
Del mismo modo, el Reino Unido calificó los ataques como imprudentes, subrayando la gravedad de la situación en la región.
Respuesta de Israel
Aunque las autoridades israelíes no han confirmado la naturaleza exacta de las explosiones, se informó sobre la activación de sirenas de ataque aéreo en diversas regiones del país.
El ejército israelí reportó la interceptación de más de 100 drones, mientras se mantenía en alerta ante posibles ataques adicionales. A pesar de no mencionar los misiles balísticos, Irán afirmó que estos también formaron parte de la ofensiva.
El ataque de Irán contra Israel plantea serias preocupaciones sobre la estabilidad en Oriente Medio y la posibilidad de un conflicto regional a gran escala.
En este contexto, es crucial que la comunidad internacional actúe de manera coordinada y diplomática para desescalar la situación y evitar una escalada militar que solo conduciría a más sufrimiento y destrucción. Se hace un llamado a la mediación efectiva y al diálogo entre todas las partes involucradas para buscar soluciones pacíficas y duraderas a los conflictos en la región.