La angustia y la incertidumbre embargan a los familiares de 36 venezolanos que partieron en una embarcación desde la isla colombiana de San Andrés en el mar Caribe, hacia Nicaragua en octubre pasado y nunca llegaron a su destino.
Ante la falta de noticias sobre su paradero, estos familiares hacen un llamado desesperado a las autoridades de Colombia, Venezuela y Nicaragua para que unan esfuerzos y los ayuden a encontrar a sus seres queridos.
Solicitudes desesperadas de ayuda
La ONG Fundaredes ha comunicado que los familiares de los desaparecidos han realizado múltiples solicitudes a las autoridades colombianas, instando también a Venezuela y Nicaragua a colaborar en la búsqueda de los venezolanos desaparecidos en San Andrés.
La falta de respuestas y la ausencia de pistas sobre el paradero de los desaparecidos han alimentado sospechas de secuestro por parte de grupos delincuenciales o de trata de personas, entre otros delitos.
Incertidumbre en alta mar
Según testimonios de los familiares, hasta el momento no se ha encontrado ningún rastro de la embarcación ni de sus ocupantes en el mar.
Esta situación agrava aún más la incertidumbre y la preocupación de los familiares, quienes exigen respuestas concretas y acciones inmediatas por parte de las autoridades competentes. Solo el gobierno colombiano ha mostrado interés en investigar el caso y buscar soluciones.
Detalles del viaje
La embarcación partió de la isla de San Andrés el 21 de octubre con destino a Nicaragua, y posteriormente tenía previsto continuar su viaje hacia Estados Unidos.
A bordo se encontraban 36 venezolanos, dos hombres chinos y cuatro colombianos, incluyendo a dos tripulantes. Entre los desaparecidos se cuentan 17 menores de edad y dos mujeres embarazadas, aumentando la preocupación por su seguridad y bienestar.
La desaparición de estos venezolanos en el Caribe es un recordatorio doloroso de los peligros y las vulnerabilidades que enfrentan aquellos que se aventuran en busca de una vida mejor. Es imperativo que las autoridades de Colombia, Venezuela y Nicaragua unan esfuerzos y coordinen acciones para dar con el paradero de los desaparecidos y brindar apoyo a sus familiares en este difícil momento. Además, es necesario abordar las causas subyacentes de la migración forzada y tomar medidas para garantizar la seguridad y protección de quienes se ven obligados a abandonar sus hogares en busca de un futuro más seguro.
