El pasado 26 de abril, en la estación de gasolina de Propatria, una patrulla del Cicpc arrolló a Ashley Urdaneta, una niña de cuatro años, mientras se encontraba cambiándose los zapatos cerca de su madre, Mayerling Soto, quien trabaja en el lugar. La pequeña resultó gravemente herida y falleció en el hospital. La madre exige justicia y denuncia una serie de irregularidades en el proceso posterior al trágico incidente.
Incidentes y contradicciones
Diversos testimonios y versiones contradictorias han rodeado el trágico suceso. La madre desmiente las aseveraciones de la policía, que aseguran que la niña dormía en cartones en la estación de servicio. Ashley nunca estuvo en esa situación, afirma Mayerling.
La patrulla, según testigos, permaneció estacionada en un área acordonada y fuera de servicio antes del accidente. Además, se ha reportado que los funcionarios intentaron intimidar a la familia para evitar que se presente una denuncia formal.
Falta de transparencia
Desde la muerte de Ashley, la familia ha denunciado una serie de irregularidades en el trato recibido por parte de las autoridades. En el hospital, a la madre le suministraron calmantes antes de ser interrogada, lo que podría haber afectado su capacidad para responder.
Del mismo modo, en el hospital se negaron a proporcionar un informe médico completo sobre las lesiones sufridas por la niña, lo que ha generado dudas sobre la veracidad de la información oficial.
Exigencia de justicia
La familia de Ashley, junto con personas cercanas, ha convocado a una protesta en el lugar del incidente para exigir justicia y que se esclarezcan los hechos. La falta de transparencia y la presunta manipulación de la información por parte de las autoridades han generado un clima de desconfianza en torno al caso.
Es fundamental que se realice una investigación exhaustiva y se haga justicia para la pequeña Ashley y su familia.
Ante la trágica pérdida de Ashley Urdaneta, es imperativo que se lleve a cabo una investigación transparente y exhaustiva para esclarecer las circunstancias que rodearon su muerte. La madre y la familia merecen respuestas claras y justicia para poder cerrar este doloroso capítulo en sus vidas. Es fundamental que las autoridades actúen con diligencia y transparencia en este caso, demostrando un compromiso real con la justicia y el respeto a los derechos de las víctimas.
El caso de Ashley Urdaneta debe servir como un recordatorio de la importancia de la verdad y la responsabilidad en situaciones de esta naturaleza para evitar que tragedias como esta se repitan en el futuro.