En un hecho lamentable, un hombre fue detenido por las autoridades del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana (CPNB) tras ser acusado de asesinar a su propio padre en Cabudare, estado Lara. El suceso tuvo lugar en el sector 1 de Las Cuibas, parcela 57, en la parroquia Agua Viva del municipio Palavecino.
Intervención policial rápida
Según relatan fuentes policiales citadas por medios locales, todo comenzó con una llamada de alerta en la que se informaba sobre una agresión física cometida por un ciudadano hacia su padre.
Ante esta situación, una comisión de uniformados se trasladó de inmediato al lugar de los hechos, donde encontraron a dos individuos dentro de una vivienda, uno de ellos herido.
Inevitable muerte
Una vez en el lugar, los agentes policiales brindaron los primeros auxilios al hombre lesionado, quien presentaba múltiples heridas en el rostro y el cuerpo. El trágico escenario se veía aún más impactante al notar que la víctima estaba cubierta de sangre, y al parecer, su agresor había empleado thinner para causarle daño.
Posteriormente, se solicitó la intervención del Cuerpo de Bomberos del municipio Palavecino, quienes trasladaron al herido al ambulatorio Don Felipe Ponte Hernández.
Lamentablemente, debido a la gravedad de sus lesiones, fue necesario derivarlo a otro centro hospitalario en la zona. Minutos después de su ingreso, el personal médico informó que el ciudadano había fallecido a causa de las graves heridas.
Detención del sospechoso
El presunto responsable del crimen, identificado como Jerson Héctor Aranguren Díaz de 44 años de edad, fue detenido y trasladado a un centro de reclusión del CPNB en el sector Agua Viva para dar inicio a las diligencias correspondientes.
Como prueba incriminatoria, se recopiló un envase plástico con thinner encontrado en la escena del crimen, que fue entregado como evidencia al Ministerio Público.
En este sentido, es crucial reflexionar sobre la importancia de gestionar de manera adecuada los conflictos familiares y buscar ayuda profesional en caso de necesitarlo. Es fundamental promover la comunicación y el respeto mutuo para prevenir situaciones tan trágicas como la que acabamos de presenciar.
La violencia doméstica no tiene cabida en una sociedad sana y debemos estar atentos a cualquier señal de alerta que pueda evidenciar un problema latente. Es responsabilidad de todos fomentar entornos seguros y pacíficos para que tragedias como la ocurrida en Cabudare, Lara, no se repitan en el futuro.
