En un nuevo episodio de tensiones diplomáticas, el vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, arremetió contra el canciller interino de Colombia, Luis Gilberto Murillo, desestimando sus recientes declaraciones sobre una “transición tranquila” en Venezuela. Cabello, en su programa televisivo semanal, cuestionó la autoridad de Murillo y reiteró la firmeza del camino político venezolano hacia el socialismo.
Cuestionamientos al canciller colombiano
Las palabras de Cabello fueron una respuesta directa a las expresiones de Murillo en la 54ta. Conferencia Anual de Washington sobre las Américas. El vicepresidente del PSUV no dudó en cuestionar la legitimidad de Murillo para abogar por una “transición” en Venezuela, acusándolo de servir a los intereses estadounidenses en lugar de los de su propio país. La dureza de sus críticas refleja la sensibilidad política que rodea cualquier discusión sobre el futuro de Venezuela.
En un tono contundente, Cabello no solo desacreditó las palabras de Murillo, sino que también lo acusó de actuar en nombre del gobierno estadounidense. Para Cabello, las declaraciones de Murillo en inglés durante el evento en Washington no pasaron desapercibidas, interpretándolas como un intento de apaciguar a los supuestos “amos” en Estados Unidos.
Esta interpretación alimenta la narrativa de una Venezuela bajo asedio externo y refuerza la idea de la lucha contra la influencia extranjera en los asuntos internos del país.
Firmeza en la defensa del socialismo
El mensaje central de Cabello no dejó lugar a dudas: la única dirección posible para Venezuela es hacia el socialismo. Sus palabras resonaron con la firmeza ideológica característica del chavismo, reafirmando el compromiso del partido con un modelo político y económico que ha definido gran parte del devenir reciente del país. Para Cabello y el PSUV, cualquier sugerencia de cambio o “transición” se percibe como una amenaza a la estabilidad y la soberanía de Venezuela.
Respuestas desde Colombia
Las declaraciones de Cabello generaron reacciones en Colombia, país que ha mantenido una relación tensa con Venezuela en los últimos años. Si bien las propuestas de Murillo y el presidente colombiano, Gustavo Petro, buscan promover la estabilidad y los derechos humanos en el contexto electoral venezolano, la respuesta de Cabello refleja la profunda desconfianza entre los dos países y la complejidad de cualquier intento de diálogo o cooperación.
El enfrentamiento verbal entre Diosdado Cabello y el canciller interino de Colombia, Luis Gilberto Murillo, subraya las tensiones políticas y diplomáticas que rodean a Venezuela. Mientras Colombia busca promover una “transición tranquila” y garantizar los derechos humanos en las próximas elecciones venezolanas, el liderazgo chavista reafirma su compromiso inquebrantable con el socialismo y denuncia cualquier intervención extranjera en los asuntos internos del país. En medio de estas disputas, la esperanza de una solución pacífica y democrática para Venezuela parece cada vez más distante.
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— Monitoreamos (@monitoreamos) May 9, 2024
