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Sucesos

Recapturan a Rebeca García y su hermano en Madrid

La Policía Nacional de España ha logrado detener a Rebeca García y a Francisco García. Dos hermanos buscados por la justicia bajo acusaciones graves de acoso sexual y pornografía infantil.

La captura, que tuvo lugar en Madrid, se realizó gracias a la colaboración de Interpol y una orden de detención internacional emitida por Venezuela. Este caso ha generado gran interés y alarma debido a la naturaleza de los delitos imputados. También por el tiempo que estos hermanos llevaban evadiendo la justicia.

Arrestan y luego liberan a Rebeca García y su hermano en un supermercado de Madrid

Colaboración internacional y captura

La detención de los hermanos García fue posible gracias a la intervención de la Sección de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional española, en conjunto con Interpol. La captura ocurrió en un hotel en Alcobendas, una localidad cercana a Madrid, tras recibir una pista de un ciudadano que los había visto en un supermercado en el distrito de Hortaleza.

Este aviso anónimo fue crucial para que las autoridades lograran localizar y detener a los fugitivos. Aunque inicialmente no pudieron ser arrestados debido a la falta de una orden de detención vigente, la intervención rápida y coordinada de la Fiscalía venezolana permitió que finalmente se concretara la detención.

Detalles de la orden de detención

El fiscal general de Venezuela, Tareck William Saab, confirmó que la orden de detención internacional y la alerta roja de Interpol se emitieron correctamente el 10 de mayo de 2024. Las capturas de pantalla de estas alertas, compartidas por Saab en sus redes sociales, muestran que la publicación oficial se realizó el lunes anterior a la detención.

La Audiencia Nacional de España ahora deberá decidir sobre la extradición de los hermanos a Venezuela, donde enfrentarán cargos por delitos graves.

Acusaciones graves

Rebeca y Francisco García están acusados de múltiples delitos que incluyen la promoción e incitación al odio, exhibición de pornografía infantil, y asociación ilícita. Estos crímenes habrían sido cometidos durante más de siete años, afectando a numerosas víctimas tanto femeninas como masculinas.

Según las autoridades venezolanas, los hermanos utilizaban plataformas de mensajería instantánea y redes sociales para acosar y hostigar a sus víctimas, llegando incluso a invadir sus domicilios y lugares de trabajo.

Perfil de los hermanos García

La ficha elaborada por la Fiscalía venezolana presenta a Rebeca García, de 33 años, como una persona depresiva y propensa a la evasión, involucrada en delitos sexuales contra menores. Se la acusa de perseguir, acosar y hostigar a varias víctimas, utilizando amenazas de muerte y otros métodos intimidatorios.

Por su parte, Francisco García, de 28 años, está señalado por la difusión de fotografías de menores con connotación sexual explícita, en complicidad con su hermana. Estas actividades han sido documentadas a través de diversos medios digitales, según las pruebas recopiladas por la Fiscalía.

Investigación en Venezuela

La investigación contra los hermanos García comenzó después de que varias personas compartieran en redes sociales pruebas de sus actos delictivos. Fotos, vídeos, y mensajes de texto revelaron los ataques y acosos perpetrados por Rebeca, principalmente en el municipio de El Hatillo, Caracas. Estos documentos fueron fundamentales para que las autoridades venezolanas pudieran abrir un caso formal. Y de esta manera solicitar la cooperación internacional para la captura de los acusados.

La detención de Rebeca y Francisco García en Madrid representa un avance significativo en la lucha contra los delitos sexuales y la pornografía infantil. La colaboración entre la Policía Nacional de España e Interpol ha sido clave para que estos individuos, acusados de causar daño durante años, puedan finalmente enfrentar la justicia. Ahora, la decisión de la Audiencia Nacional sobre su extradición será crucial para determinar el futuro legal de estos hermanos. Este caso subraya la importancia de la cooperación internacional en la persecución de delitos graves y la protección de las víctimas.