La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado un paso crucial en la lucha contra el dengue al validar una nueva vacuna, la TAK-003, producida por la farmacéutica japonesa Takeda. Este anuncio llega en un momento crítico, con el aumento notable de casos y fallecimientos debido a esta enfermedad que afecta cada vez más a América Latina.
Desarrollo de la nueva vacuna
La vacuna TAK-003 contiene versiones debilitadas de los cuatro serotipos del virus del dengue y ha recibido el respaldo de la OMS, convirtiéndose así en la segunda vacuna contra esta enfermedad validada por la organización, junto con la vacuna CYD-TDV de Sanofi Pasteur.
Su aprobación representa un avance significativo en la prevención y control de esta epidemia que se transmite principalmente a través de la picadura del mosquito Aedes aegypti.
Requisitos de administración y población objetivo
La nueva vacuna requiere dos dosis, con un intervalo de tres meses entre cada una, y está destinada a niños de entre 6 y 16 años que viven en áreas con alta carga y transmisión intensa de la enfermedad. Esta medida busca proteger a las poblaciones más vulnerables y reducir la propagación del virus en regiones afectadas.
Varios países latinoamericanos, como Brasil, Argentina y Venezuela, están experimentando brotes de dengue que han alcanzado niveles alarmantes. Brasil ha reportado más de 2.000 muertes relacionadas con el dengue en lo que va del año, mientras que en Argentina se han confirmado 119 muertes y más de 269.000 casos hasta la fecha.
Proyecciones y desafíos futuros
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió el año pasado sobre un aumento considerable de los casos de dengue en el continente americano para el año 2024, debido al aumento de las temperaturas globales y los fenómenos meteorológicos extremos. La OMS ha señalado que es probable que los casos y muertes por dengue continúen aumentando y se expandan geográficamente en la región.
Con entre 100 y 400 millones de casos de dengue en el mundo cada año y la mayoría de la población afectada viviendo en países endémicos, la aprobación de esta nueva vacuna es un paso significativo hacia el control de una enfermedad que representa una carga considerable para la salud pública. Sin embargo, se necesitarán esfuerzos continuos en la prevención, diagnóstico y tratamiento del dengue para abordar de manera efectiva esta creciente amenaza para la salud global.