En un lamentable suceso, el cadáver de Anyuli Katerine Ascanio Solórzano, una venezolana residente en Perú, fue hallado en un canal de riego en Chusís, Sechura. La víctima, madre de tres hijos, había emigrado al país andino en busca de mejores oportunidades. El cuerpo sin vida de Anyuli Katerine Ascanio Solórzano fue encontrado en un canal de riego, generando conmoción entre los habitantes de la localidad y la comunidad venezolana en Perú. El hallazgo se produjo poco después de que Ascanio Solórzano celebrara su cumpleaños, una ocasión que terminó en tragedia.
Investigación y principales sospechosos
Las autoridades peruanas han señalado a José Francisco Fernández Flores, un marinero mercante de La Arena, como el principal sospechoso del crimen. Fernández Flores fue una de las últimas personas en ser vista con la víctima la noche de su cumpleaños.
Las investigaciones preliminares incluyen declaraciones de personal de seguridad de la discoteca “Infinity”, donde Ascanio Solórzano fue vista por última vez, así como testimonios de familiares cercanos y la ex pareja de la víctima, quienes también apuntan hacia Fernández Flores.
Escena del crimen
En el mismo canal de riego donde fue encontrado el cuerpo de Ascanio Solórzano, las autoridades hallaron un mototaxi con manchas de sangre. Este descubrimiento ha sido clave en la investigación, sugiriendo que el vehículo pudo haber sido utilizado para transportar el cuerpo de la víctima. La evidencia ha llevado a los investigadores a profundizar en los movimientos y actividades de Fernández Flores la noche del crimen.
La noticia del asesinato de Anyuli Katerine Ascanio Solórzano ha causado indignación y tristeza tanto en la comunidad peruana como entre los venezolanos residentes en Perú. Amigos y familiares de la víctima han expresado su dolor y exigido justicia. La tragedia subraya los desafíos y peligros que enfrentan muchos migrantes en su búsqueda de una vida mejor.
Contexto del crimen
Ascanio Solórzano había vivido en Perú durante varios años, tratando de construir una vida para ella y sus tres hijos. La comunidad la describe como una madre dedicada y una persona trabajadora. Su asesinato no solo es una tragedia personal sino también un reflejo de los riesgos que enfrentan los migrantes en países extranjeros, donde a menudo carecen de redes de apoyo y protección adecuadas.
Las autoridades continúan trabajando para esclarecer los hechos y llevar al culpable ante la justicia. La cooperación entre los testigos, los familiares de la víctima y las fuerzas del orden será crucial para resolver este caso. Mientras tanto, la comunidad espera que se haga justicia por Anyuli Katerine Ascanio Solórzano y que se tomen medidas para proteger a otros migrantes en situaciones similares.
El asesinato de Anyuli Katerine Ascanio Solórzano en Perú es un recordatorio doloroso de los peligros que pueden enfrentar los migrantes. La investigación está en curso, y la comunidad sigue de cerca los avances, esperando que se haga justicia y que este trágico incidente sirva para fortalecer la protección de quienes buscan una nueva vida lejos de su patria.