Venezuela, una vez conocida como una potencia energética mundial, enfrenta nuevamente una severa escasez de gasolina. Aunque Caracas parece estar exenta de estos problemas, las regiones interiores del país, especialmente en el occidente, padecen profundamente esta crisis.
La situación es particularmente grave en estados como Mérida, Zulia, Barinas, Cojedes, Portuguesa, Barquisimeto, Puerto Ordaz y Ciudad Bolívar, donde las estaciones de servicio implementan sistemas de racionamiento basados en los dígitos de las placas de los vehículos.
Causas de la risis
Las razones detrás de esta nueva ola de escasez son múltiples y complejas. A primera vista, los problemas parecen ser circunstanciales, pero en realidad revelan profundas deficiencias en la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
La falta de mantenimiento adecuado de las refinerías, el manejo ineficiente y la escasez de personal calificado son factores clave. Además, las sanciones internacionales han exacerbado estos problemas. Recientemente, un carguero griego proveniente de Irán, crucial para el suministro de combustible, sufrió un retraso, agudizando la escasez.
Impacto en la producción y el abastecimiento
La inestabilidad en la llegada de combustible importado tiene consecuencias graves para el país. Cualquier demora provoca trastornos significativos, afectando tanto la vida cotidiana como sectores vitales como la producción agrícola.
Desde el colapso productivo entre 2014 y 2019, durante la presidencia de Nicolás Maduro, Venezuela ha estado luchando por recuperar su capacidad petrolera. Aunque la producción ha mejorado ligeramente, alcanzando alrededor de 800,000 barriles diarios, aún está muy por debajo de su promedio histórico de tres millones de barriles.
Esfuerzos y proyecciones
A pesar de estos desafíos, hay esfuerzos en curso para mejorar la situación. Repsol, con apoyo de licencias de la Oficina del Tesoro de Estados Unidos, ha anunciado inversiones en nuevos campos petroleros y de gas. Estas inversiones podrían aumentar la producción en 200,000 barriles adicionales para fines de año.
Además de Repsol, empresas como Chevron, Murel & Prom, y Eni, junto con otras 20 compañías y contratistas, están realizando inversiones en el país, principalmente enfocadas en el mantenimiento de pozos y la gestión de deudas atrasadas.
PDVSA y la gestión de Tellechea
Pedro Tellechea, actual presidente de PDVSA, ha liderado esfuerzos para mejorar la producción local. Sin embargo, los resultados han sido limitados comparados con la capacidad de la empresa.
Cuando PDVSA manejaba la cadena completa de producción, desde la exploración hasta la exportación del crudo. A pesar de estos esfuerzos, la recuperación total sigue siendo una meta lejana.
Opiniones de expertos
Rafael Quirós, economista y académico de la Universidad Central de Venezuela, destaca que aunque muchas petroleras internacionales desean mantenerse en Venezuela, reconocen las limitaciones actuales bajo el régimen de Maduro.
“Las empresas están esperando un cambio en las condiciones para poder invertir más significativamente”, explica Quirós. Mientras tanto, sus inversiones se centran en el mantenimiento básico.
Competencia regional
Mientras Venezuela lucha con estos problemas, la vecina Guyana se ha convertido en un imán para las inversiones millonarias de petroleras multinacionales. A pesar de los esfuerzos del gobierno venezolano por atraer inversiones extranjeras, sus políticas y procedimientos hostiles hacia el capital privado han disuadido a muchos inversionistas.
La nueva ola de escasez de gasolina en Venezuela resalta la continua crisis energética que enfrenta el país. A pesar de los esfuerzos internos y externos para mejorar la situación, las deficiencias estructurales y las políticas gubernamentales siguen siendo grandes obstáculos. La esperanza de un cambio significativo persiste, pero por ahora, los venezolanos deben seguir enfrentando una realidad marcada por la incertidumbre y la escasez.