José Israel Díaz Canache, conocido como “El Viejo”, ha sido arrestado por las autoridades policiales del estado Sucre en Boca de Sabana, Cumaná, por su presunta implicación en abusos sexuales contra cinco menores de edad.Según las investigaciones, Canache utilizaba métodos abominables para cometer estos despreciables crímenes. En muchos casos, sobornaba a los menores con dinero para lograr su cometido.
Sin embargo, si este intento fallaba, recurría a la fuerza, aprovechándose de su vulnerabilidad. La forma en que se aprovechaba de la confianza de las familias y de las actividades de índole religioso para perpetrar estos actos es verdaderamente indignante.
Víctimas inocentes
Las víctimas de estos abusos eran niños y niñas con edades comprendidas entre los 7 y 11 años, lo que agrava aún más la situación. Estas edades, en las que los menores se encuentran en pleno desarrollo físico, emocional y psicológico, los hacen especialmente vulnerables a este tipo de depredadores. El impacto de estas experiencias traumáticas en su vida futura puede ser devastador.
Es fundamental que el sistema judicial actué con rapidez y eficacia para asegurar que este individuo, y cualquier otro que haya cometido crímenes similares, reciba el castigo que merece. La protección de los niños y niñas debe ser una prioridad absoluta para la sociedad en su conjunto. La detención de José Israel Díaz Canache es un paso en la dirección correcta, pero también es necesario trabajar en la prevención de estos delitos y en el apoyo a las víctimas para su recuperación.
Llamado a la justicia
Es necesario que se refuercen los mecanismos de protección de la infancia, tanto a nivel institucional como comunitario. Los padres y cuidadores deben estar alerta y educar a los niños sobre los peligros que pueden enfrentar, así como fomentar un ambiente de confianza en el que puedan comunicar cualquier situación que les cause incomodidad.
La denuncia de estos delitos es fundamental para detener a los responsables y proteger a los más vulnerables. La sociedad en su conjunto debe unirse en la lucha contra el abuso sexual infantil, para garantizar un entorno seguro y saludable para todos los niños y niñas.