La administración de Joe Biden ha sido criticada por ejecutar una aparente “amnistía masiva” para inmigrantes, cerrando más de 350,000 casos de asilo desde 2022. Aunque el gobierno asegura estar reforzando las políticas fronterizas, esta medida ha permitido que numerosos solicitantes de asilo permanezcan en Estados Unidos sin temor a ser deportados, generando controversia y debate.
Contexto de la medida
A partir de 2022, el gobierno de Estados Unidos ha cerrado más de 350,000 casos de asilo de inmigrantes que no tienen antecedentes penales y no son considerados una amenaza para el país. Esta decisión significa que los casos de estos migrantes se “terminan sin una decisión sobre los méritos de su solicitud de asilo”.
En lugar de conceder o negar asilo, estos casos se eliminan del sistema legal, liberando a los solicitantes de la obligación de comunicarse con las autoridades.
Reacciones y críticas
La medida ha sido descrita por críticos como una “amnistía masiva disfrazada de discreción procesal”. Andrew Arthur, ex juez de inmigración y miembro del Centro de Estudios de Inmigración, expresó su preocupación, afirmando que esta política permite que personas que no tienen derecho a estar en Estados Unidos permanezcan indefinidamente en el país.
Un oficial de ICE también manifestó su inquietud, instando a que el público conozca la verdadera naturaleza de esta política.
Impacto en los solicitantes de asilo
Para los migrantes, esta medida representa la posibilidad de residir en Estados Unidos sin el temor constante de ser deportados. Aunque sus casos no son oficialmente aprobados, el cierre de sus expedientes les permite vivir y trabajar en el país de manera legal e indefinida.
Esto ha llevado a un aumento en la percepción de que el sistema de asilo de Estados Unidos está siendo utilizado para permitir una inmigración no regulada.
Perspectiva del gobierno
La administración Biden ha defendido esta medida como una forma de gestionar de manera más eficiente el abrumador número de solicitudes de asilo. La eliminación de casos de solicitantes sin antecedentes penales permite que el sistema judicial se concentre en aquellos que representan una amenaza o tienen antecedentes criminales.
Sin embargo, esta justificación no ha apaciguado a los críticos que ven en esta política una falta de compromiso con el control de la inmigración.
Consecuencias y debate político
La controversia en torno a esta “amnistía masiva” ha alimentado el debate político sobre la inmigración en Estados Unidos. Los opositores argumentan que esta medida socava el sistema de justicia y fomenta la inmigración ilegal. Por otro lado, los defensores de los derechos de los inmigrantes ven en esta política una oportunidad para humanizar y racionalizar un sistema de asilo saturado y disfuncional.
La decisión de cerrar más de 350,000 casos de asilo bajo la administración Biden ha generado opiniones encontradas. Mientras que para muchos inmigrantes esta medida ofrece un respiro en su búsqueda de una vida mejor, los críticos consideran que representa una amnistía encubierta que desafía las leyes de inmigración de Estados Unidos. El debate sobre la política migratoria continúa, reflejando las complejidades y tensiones en torno a la gestión de la inmigración en el país.