La desaparición del último glaciar de Venezuela, ubicado en el pico Humboldt del Parque Nacional Sierra Nevada, destaca las severas consecuencias del cambio climático. Este fenómeno no solo afecta el medio ambiente local, sino que también es una advertencia para el mundo sobre los impactos del calentamiento global. La Iniciativa Internacional sobre el Clima Criosférico (ICCI) ha confirmado que la masa de hielo restante ya no cumple con los criterios para ser considerada un glaciar.
Retiro de los glaciares venezolanos: Historia de la desaparición
Entre 1910 y 2019, los glaciares de las montañas andinas en Venezuela, que alcanzan hasta 5.007 metros sobre el nivel del mar, retrocedieron en un 99%. En términos de superficie, los glaciares en los picos Bolívar, Bonpland, La Concha, Espejo y Humboldt disminuyeron drásticamente de ocupar un área equivalente a 300 canchas de fútbol a solo 3 o 4.
La pérdida de hielo se aceleró notablemente después de 1998, alcanzando un 17% anual a partir de 2016, debido al aumento de la temperatura superficial promedio global.
Factores contribuyentes
Luis Daniel Llambi, ecólogo e investigador de la Universidad de Los Andes, explicó que la aceleración del derretimiento está directamente relacionada con el calentamiento global.
“En Los Andes tropicales, la tasa de calentamiento es de 0.2 grados por década. Fenómenos como El Niño y La Niña han intensificado este proceso, impidiendo la regeneración del glaciar con nevadas”, indicó Llambi.
Impacto cultural y económico: Cambio en el paisaje
La desaparición del glaciar del pico Bolívar en 2017 y el reciente declive del glaciar del pico Humboldt han transformado el paisaje de Mérida. Este cambio tiene implicaciones culturales significativas.
“En una ciudad como Mérida, que se decía la ciudad de las nieves eternas, los habitantes han descubierto que la eternidad tiene fin. Eso afecta al turismo y a la identidad del país”, manifestó Llambi.
Consecuencias turísticas y económicas
La física Alejandra Melfo, profesora de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Los Andes, advirtió sobre las repercusiones económicas: “La industria turística merideña gira en torno a la posibilidad de encontrar nieve durante todo el año, algo que ha disminuido significativamente en las últimas dos décadas”. La reducción de las nevadas afecta directamente al turismo, una fuente crucial de ingresos para la región.
La desaparición de los glaciares en Venezuela refleja una tendencia global. En la mayor parte del país, la temperatura media anual es de aproximadamente 28°C. Con el calentamiento global, se espera un incremento de 2°C para 2050 y al menos 3°C para finales de siglo. Este aumento podría llevar a un incremento de hasta 6°C en áreas como el llano venezolano y la costa, superando los límites de la resistencia humana.
Consecuencias futuras
Julio César Centeno, investigador de la ULA, enfatizó que el calentamiento global es una amenaza para la estabilidad ecológica de Venezuela. “El calentamiento global es un asunto de seguridad nacional, de habitabilidad de la mayor parte del territorio nacional”, declaró. Las repercusiones potenciales incluyen sequías, inundaciones, aumento del nivel del mar, incendios forestales, olas de calor, y pérdida de fuentes de agua y fertilidad de los suelos.
La desaparición del último glaciar de Venezuela no solo es un emblema de los efectos del cambio climático, sino también una advertencia urgente sobre las consecuencias futuras. Este fenómeno pone de manifiesto la necesidad de tomar medidas inmediatas y efectivas para mitigar el calentamiento global y sus efectos devastadores, tanto en Venezuela como en el resto del mundo.