El estado Miranda fue escenario de un trágico accidente el pasado domingo 2 de junio, cuando una niña de nueve años perdió la vida y su hermano de cuatro años resultó herido tras ser embestidos por un vehículo. El suceso tuvo lugar en la carretera nacional Cúa-San Casimiro, específicamente en el sector El Portachuelo del municipio Urdaneta, aproximadamente al mediodía. La familia, que regresaba de una iglesia cristiana ubicada en el sector La Guadalupe, quedó devastada por el inesperado evento.
El accidente: Detalles del siniestro
El trágico incidente ocurrió cuando los niños caminaban por la orilla de la carretera, acompañados por su padrastro y otros familiares, después de haber asistido a un servicio religioso.
En el trayecto de regreso a casa, una camioneta Chevrolet gris, con placa DCU26G y conducida por Carlos Miguel Requena Riobueno, de 34 años, los atropelló. La brutalidad del impacto resultó fatal para la niña de nueve años, mientras que su hermano menor sufrió heridas y fue trasladado a un centro de salud cercano para recibir atención médica.
Contexto y reacciones de la familia
En las inmediaciones de la morgue de Ocumare del Tuy, los familiares narraron los momentos previos al accidente, describiendo cómo los niños caminaban tranquilamente por el borde de la carretera.
El ambiente de calma y espiritualidad tras la congregación cristiana en el sector La Guadalupe se transformó en un escenario de horror y tristeza. Los testimonios de los familiares reflejan la impotencia y el dolor ante la pérdida de una vida tan joven y las heridas del pequeño.
El sector El Portachuelo y sus alrededores se vieron profundamente afectados por el siniestro. La comunidad local, conocida por ser un lugar tranquilo y familiar, se conmocionó al conocer la noticia. La tragedia reavivó las preocupaciones sobre la seguridad vial y la necesidad de medidas más estrictas para proteger a los peatones, especialmente a los niños, en áreas transitadas por vehículos.
A raíz del accidente, se ha iniciado una discusión en la comunidad sobre la importancia de implementar medidas de seguridad más rigurosas en las carreteras. La necesidad de señalización adecuada, pasos peatonales visibles y campañas de concienciación sobre la conducción responsable se han convertido en temas de debate entre los residentes y las autoridades locales. El dolor de la familia afectada se ha convertido en un llamado a la acción para prevenir futuras tragedias en la región.
La muerte de la niña y las heridas sufridas por su hermano han dejado una profunda huella en la comunidad de Miranda. Este lamentable suceso subraya la importancia de reforzar la seguridad vial y de promover una cultura de respeto y precaución en las carreteras. La familia, junto con los habitantes del sector, busca respuestas y soluciones para evitar que tragedias como esta vuelvan a ocurrir, honrando la memoria de la pequeña víctima y protegiendo a los más vulnerables en las vías.