El calendario escolar del año 2023-2024 en Venezuela ha enfrentado numerosas interrupciones que han resultado en la pérdida de semanas completas de clases para los estudiantes. Entre las causas de estas interrupciones se destacan las elecciones presidenciales del 28 de julio y otros eventos significativos, afectando gravemente la continuidad educativa.
Inicio anticipado de vacaciones
Andrés*, estudiante de quinto año en un liceo de La Yaguara, Caracas, escuchó el último timbre de su institución el 31 de mayo. Aunque no recuerda el día exacto del anuncio, sabe que la razón fue la preparación para las elecciones presidenciales.
Esta decisión adelantó las vacaciones solo para los estudiantes de último año, quienes debieron apresurar la entrega de trabajos y proyectos finales. Andrés comenta que sus profesores fueron comprensivos con los plazos, permitiendo una entrega flexible de las tareas. Sin embargo, aunque considera adecuado el tiempo de clases, le habría gustado pasar más tiempo con sus compañeros.
Calendario escolar y desfase
El calendario escolar 2023-2024 estaba diseñado para finalizar en la misma fecha para todos los niveles educativos. No obstante, el Ministerio de Educación ajustó el cierre para preescolar y primaria entre el 5 y el 10 de julio, y para la educación media y general en la última semana de junio.
Este ajuste busca dar un mes adicional para que los estudiantes que necesiten recuperaciones puedan hacerlo antes de culminar el año escolar.
Clases perdidas
La Ley Orgánica de Educación establece un mínimo de 180 días hábiles de clase. Sin embargo, las interrupciones han sido continuas este año escolar. El inicio de clases, previsto para la segunda quincena de septiembre, se retrasó hasta el 2 de octubre, perdiendo 10 días hábiles. Además, el referendo consultivo sobre el Esequibo el 3 de diciembre de 2023, causó la suspensión de clases durante cinco días adicionales debido al uso de las instalaciones escolares para el Plan República.
Oscar Iván Rose, subdirector de la organización Con La Escuela, señala que muchas instituciones solo atendieron estudiantes la primera semana de diciembre, perdiendo cinco días más. Esto, sumado a las interrupciones del primer lapso, resultó en una pérdida total de entre 15 y 20 días, reduciendo el número de días hábiles a entre 160 y 165.
Impacto en el horario mosaico
Los estudiantes bajo el horario mosaico, quienes asisten solo dos o tres veces por semana, se ven aún más afectados. Esta modalidad permite a los docentes dedicarse a otras actividades económicas debido a los bajos salarios, incrementando la pérdida de días de clase.
Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi 2023), el 40% de la población escolarizada en Venezuela asiste de forma irregular a clases.
Crecimiento de la brecha educativa
Luisa Pernalete, integrante del Centro de Formación e Investigación de Fe y Alegría, destaca que la reducción de días de clase agrava la brecha entre estudiantes de escuelas públicas y privadas. Las instituciones públicas, que representan la mayoría, son las más perjudicadas.
Esta situación aumenta la desigualdad en la calidad educativa, afectando a los estudiantes menos favorecidos. Oscar Iván Rose menciona que la suspensión frecuente de actividades y la pérdida de horas de clase pueden alcanzar hasta el 40% del horario escolar en el caso de la modalidad mosaico, según el monitoreo realizado por la Red de Observadores Escolares.
Es fundamental que las autoridades educativas tomen medidas para mitigar las interrupciones y asegurar que los estudiantes reciban la cantidad de días de clase estipulados. La implementación de estrategias para recuperar el tiempo perdido y el fortalecimiento del compromiso docente son esenciales. Además, es crucial garantizar la igualdad en el acceso a la educación de calidad, proporcionando apoyo adicional a las escuelas públicas más afectadas. Estas acciones ayudarán a cerrar la brecha educativa y asegurar un futuro mejor para todos los estudiantes venezolanos.
