El Gobierno venezolano ha intensificado sus esfuerzos para convertirse en miembro pleno del grupo BRICS, según lo manifestó en un comunicado reciente. La participación del ministro de Exteriores, Yván Gil, en la reunión de cancilleres del bloque en Nizhni Nóvgorod, Rusia, marca un paso significativo en esta dirección.
La estrategia de Venezuela
En su comunicado oficial, Caracas destacó que su intención de unirse al BRICS se basa en las “fortalezas energéticas y la ubicación estratégica” de Venezuela en el continente americano.
Este grupo, conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, representa una coalición de economías emergentes con una creciente influencia global. Venezuela considera que su incorporación aportará beneficios mutuos, tanto para el país sudamericano como para el bloque en su conjunto.
Conversaciones bilaterales
Durante su visita a Rusia, Yván Gil sostuvo diálogos con sus homólogos de varios países, incluyendo Cuba, Sudáfrica y Bielorrusia. Estas conversaciones también involucraron a representantes de India y de Emiratos Árabes Unidos. Estas reuniones subrayan el compromiso de Venezuela de fortalecer sus relaciones diplomáticas y económicas en un escenario internacional más amplio. “Venimos con las instrucciones del presidente Nicolás Maduro, de traer los aportes de Venezuela a esta organización (…) compartir nuestra experiencia”, declaró el canciller en un video publicado en sus redes sociales.
Nuevas adiciones al BRICS
En agosto pasado, el grupo BRICS acordó la inclusión de Argentina, Arabia Saudí, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos e Irán. Este movimiento refleja una expansión del bloque y abre la puerta a más miembros potenciales.
Países como Bolivia, Cuba, Honduras y Venezuela han expresado su interés en unirse al grupo, buscando aprovechar las ventajas económicas y estratégicas que ofrece esta alianza.
Intereses económicos y geopolíticos
La adhesión al BRICS permitiría a Venezuela acceder al Nuevo Banco de Desarrollo del bloque, presidido por la expresidenta brasileña Dilma Rousseff. Este banco representa una fuente de financiamiento crucial para proyectos de desarrollo en países miembros, lo que sería un recurso valioso para la economía venezolana. Además, la proximidad política entre Rousseff y el gobierno de Maduro podría facilitar el proceso de integración.
La inclusión de Venezuela en el BRICS podría tener amplias repercusiones geopolíticas. La presencia de una nación sudamericana rica en recursos energéticos dentro del bloque fortalecería la posición del BRICS en el mercado global de energía. Además, la ubicación de Venezuela ofrecería una ventaja estratégica en términos de acceso y distribución de recursos en el continente americano.
La búsqueda de Venezuela para unirse al BRICS refleja una estrategia bien definida para mejorar su posición económica y política en el ámbito internacional. A través de diálogos bilaterales y la promoción de sus fortalezas, Caracas está avanzando en su objetivo de convertirse en miembro pleno del grupo. La adhesión al BRICS no solo beneficiaría a Venezuela, sino que también reforzaría la influencia global del bloque, consolidando su papel como un actor clave en la economía mundial.