La reciente declaración del presidente Nicolás Maduro, reconociendo las motopiruetas como un deporte nacional, ha generado un debate sobre su práctica en la vía pública. Manuel Sánchez, abogado y experto en transporte urbano, enfatiza que, aunque se han oficializado como deporte, estas maniobras no pueden realizarse en la calle sin las debidas autorizaciones, ya que ponen en riesgo a otros usuarios de la vía.
Ley de Transporte Terrestre
Según la Ley de Transporte Terrestre, las competencias y exhibiciones de vehículos motorizados deben realizarse en circuitos cerrados.
En una entrevista con Circuito Éxitos, Sánchez subrayó que la legislación es clara al respecto. El numeral 2 del artículo 179 establece sanciones para los conductores que, con licencia de primer, segundo o tercer grado, conduzcan de manera peligrosa, incluyendo la posible revocación de la licencia tras un proceso administrativo.
Seguridad y Permisos
Sánchez explicó que las alcaldías tienen la facultad de autorizar eventos en las calles, siempre que los organizadores cumplan con las normas municipales y la Ley de Transporte Terrestre. Esta normativa exige la existencia de seguros o garantías para cubrir posibles daños a terceros durante dichos eventos.
Aunque Maduro ha reconocido las motopiruetas como deporte, aún no se han establecido reglamentaciones específicas para su práctica segura.
Accidentalidad y riesgos
La falta de regulación ha llevado a numerosos accidentes, algunos fatales. “La moto es un vehículo de alto riesgo debido a la ausencia de carrocería y protección para el conductor y el acompañante,” señaló Sánchez. Es imperativo que los practicantes utilicen ropa de protección adecuada para minimizar los riesgos.
Un estudio del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) revela que muchos motorizados venezolanos no perciben el uso de motos como algo peligroso, lo que afecta su comportamiento en la vía.
Formación y educación
Sánchez lamenta la ausencia de escuelas de conducción para motocicletas en Venezuela. “Siempre hay quejas sobre la manera en que conducen los motorizados, pero no se ha hecho nada para educarlos adecuadamente,” comentó.
En muchos países, las personas aprenden a conducir de manera formal antes de obtener una licencia, mientras que en Venezuela, el aprendizaje es informal y frecuentemente incorrecto, perpetuando una cadena de errores.
Desafíos para la policía
El anuncio de Maduro ha creado una percepción errónea de que las motopiruetas pueden practicarse en cualquier lugar. Sánchez advierte que esto plantea un reto para las fuerzas de seguridad, que antes tomaban medidas contra estas prácticas. Ahora, podría haber situaciones tensas y peligrosas entre las autoridades y los ciudadanos que realicen estas maniobras, creyendo que están permitidas sin restricciones.
La oficialización de las motopiruetas como deporte requiere una respuesta normativa y educativa integral. Es crucial que se desarrollen reglamentaciones específicas para su práctica segura y que se implementen programas de educación para conductores. Solo así se podrá garantizar la seguridad de todos los usuarios de la vía y evitar accidentes trágicos. Mientras tanto, es vital que las autoridades municipales y de tránsito sigan aplicando la ley vigente para mantener el orden y la seguridad en las calles.