En medio de una prolongada crisis de abastecimiento de combustible, el gobierno venezolano ha anunciado la implementación de una aplicación para gestionar el suministro de gasolina subsidiada mediante citas. Esta medida busca reducir las largas filas en las estaciones de servicio, una realidad diaria para muchos conductores en el país. Sin embargo, el éxito de esta iniciativa genera escepticismo entre la población y expertos.
Largas esperas y dificultades económicas
Jesús Ramírez, un taxista de 50 años, espera pacientemente en una extensa fila de vehículos en Sarría, al norte de Caracas, para poder cargar combustible a precio subsidiado, equivalente a 2 centavos de dólar por litro.
Tres veces por semana, Ramírez se enfrenta a estas kilométricas filas para ahorrar dinero, ya que las estaciones que venden gasolina a precios internacionales, a medio dólar por litro, están fuera de su alcance económico.
Anuncio del nuevo sistema
Pedro Tellechea, presidente de PDVSA, anunció la creación de una aplicación para asignar citas para el abastecimiento de gasolina subsidiada.
Aunque todavía no hay fecha de lanzamiento ni detalles específicos, los conductores deberán registrarse en el sistema digital para obtener su horario exacto para surtir combustible. Ramírez, sin embargo, expresa dudas sobre la efectividad de esta nueva medida en un país que ha enfrentado años de dificultades en el sector energético.
Opiniones divididas
Muchos conductores, como María Pérez y Jeyson Cardoza, muestran desconfianza hacia el nuevo programa. Pérez, quien también espera en la fila, considera que la aplicación no resolverá el problema de las largas esperas. Cardoza, por su parte, duda de la eficacia del nuevo sistema y teme que sólo empeore la situación. Para él, pagar precios internacionales no es una opción viable.
Esperanzas y resignación
Otros, como Pedro Marín, están dispuestos a darle una oportunidad a la aplicación si mejora el servicio. Marín, también taxista, espera que la nueva medida alivie las filas y permita un abastecimiento más ordenado. Sin embargo, reconoce que el verdadero problema es la disponibilidad insuficiente de gasolina.
Eugenio Montoro, exgerente de PDVSA, y Luis Oliveros, economista especializado en petróleo, coinciden en que la raíz del problema no es la implementación de una aplicación, sino la falta de producción suficiente de gasolina. Según estimaciones independientes, la demanda de combustible en Venezuela es de 120.000 barriles por día, mientras que la producción actual ronda los 79.000 barriles diarios. Ambos expertos sostienen que sin una oferta adecuada, cualquier medida tecnológica será insuficiente.
Implicaciones políticas y sociales
Iván Freites, dirigente sindical exiliado, teme que la aplicación sea una herramienta de control social por parte del gobierno. Freites critica que el sistema obligará a los venezolanos a seguir estrictas directrices para acceder a la gasolina subsidiada. Oliveros, por su parte, destaca que el subsidio actual beneficia a una pequeña parte de la población y que se requieren cambios profundos en la política de distribución de combustible.
La implementación de una aplicación para gestionar el suministro de gasolina subsidiada en Venezuela genera tanto esperanzas como escepticismo. Aunque la tecnología podría mejorar la organización del servicio, la verdadera solución pasa por aumentar la producción de combustible para satisfacer la demanda interna. Es fundamental que el gobierno trabaje en incrementar la oferta de gasolina y asegure un suministro continuo y suficiente para todos los ciudadanos. Solo así se podrá garantizar una mejora sustancial en la situación del abastecimiento de combustible en el país.