Lo que inicialmente se consideró un trágico accidente durante un paseo en el embalse El Pao-La Balsa, en el estado Cojedes, ha tomado un giro inquietante. Evelin Arias Delgado y su hijo Luciano Ignacio Sepúlveda Arias, de 8 años, no murieron por inmersión como se pensó en un principio. Las autopsias revelaron que ambos fueron asfixiados, lo que ha llevado a la detención de un médico de Valencia y su hermano, quienes acompañaban a las víctimas en el fatídico paseo.
El inicio del paseo: Planes de pesca
El pasado sábado, Evelin Arias Delgado, de 40 años, su hijo Luciano, y su pareja, un oftalmólogo valenciano, partieron de San Diego, Carabobo, hacia el embalse El Pao-La Balsa con la intención de pasar un día de pesca.
Lo que debía ser una jornada de recreo se transformó en una tragedia. Según el relato del médico, el calor llevó a Luciano a querer nadar, siempre con flotadores y bajo la supervisión de su madre.
El relato del médico
En una llamada telefónica grabada, el oftalmólogo explicó que, al soltarse Luciano de la embarcación, Evelin saltó al agua para rescatarlo.
El médico afirmó que se lanzó tras ellos, pero al no poder con ambos, regresó al bote. Según su versión, al volver al agua, madre e hijo ya habían desaparecido, aparentemente ahogados.
Investigación y autopsias
Comisiones de Protección Civil El Pao encontraron los cuerpos cuatro horas después del incidente. Luciano no llevaba flotadores, contrariamente a lo declarado por el médico. Esta discrepancia despertó sospechas entre los familiares y las autoridades.
Las autopsias revelaron que Evelin y Luciano murieron por asfixia mecánica, refutando la versión del ahogamiento. Evelin falleció primero, seguida de su hijo. Con esta información, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de Cojedes detuvo al médico y a su hermano, quienes ahora enfrentan graves acusaciones.
Los detectives del CICPC, al descubrir la causa real de la muerte, detuvieron al oftalmólogo y a su hermano. Ambos serán presentados ante los tribunales en las próximas horas. La familia de las víctimas exige justicia y espera que los responsables sean privados de libertad tras el juicio.
Perfil de las víctimas
Evelin, comerciante, compartió los últimos dos años de su vida con el médico. Luciano, un niño risueño, estudiaba en el colegio El Santuario en San Diego. Familiares y amigos están consternados por la pérdida y la naturaleza de los hechos.
Este caso subraya la importancia de una investigación exhaustiva en incidentes de este tipo, donde las primeras impresiones pueden ser engañosas. Las autoridades deben asegurar un proceso judicial justo y transparente para que se haga justicia por Evelin y Luciano. Se recomienda a la comunidad mantenerse alerta y cooperar con las autoridades para evitar que tragedias similares ocurran en el futuro, además de promover la educación y el apoyo psicológico para las familias afectadas por tales eventos traumáticos.
