La situación sanitaria en Venezuela ha retrocedido a niveles comparables con los años 50 y 60, según el director de la ONG Médicos Unidos, Jaime Lorenzo. Durante una entrevista con Román Lozinski, Lorenzo detalló cómo la crisis actual refleja un incremento alarmante en la mortalidad materno-infantil, desnutrición y deficiencias en la cobertura de vacunación.
Retroceso en salud pública
El panorama de la salud pública en Venezuela muestra cifras inquietantes que evocan tiempos pasados. La mortalidad materno-infantil ha alcanzado niveles extremadamente altos, similar a los de mediados del siglo XX.
Además, la falta de vacunas ha resultado en muertes evitables entre los niños, mientras que la desnutrición afecta tanto a los más jóvenes como a los ancianos, destacando un grave problema nutricional que agrava la crisis sanitaria.
Déficit en vacunación
Uno de los puntos críticos señalados por Lorenzo es la insuficiencia en la cobertura de vacunación. Para evitar futuras epidemias, es crucial que al menos el 95% de la población sea vacunada anualmente.
Sin embargo, Venezuela está muy lejos de alcanzar este estándar. La baja tasa de vacunación no solo pone en riesgo la salud de los ciudadanos en el presente, sino que también sienta las bases para posibles brotes epidémicos en el futuro.
Condiciones deplorables de los hospitales
El deterioro de la infraestructura hospitalaria es otro aspecto que Lorenzo destacó. Los centros de salud carecen de mantenimiento preventivo y correctivo, resultando en condiciones insalubres y peligrosas para pacientes y personal médico.
Los hospitales venezolanos, que alguna vez fueron centros de esperanza y tratamiento, ahora se enfrentan a un colapso casi total, reflejando un sistema de salud en ruinas.
Escasez de medicamentos
Aunque las encuestas hospitalarias recientes muestran una disponibilidad del 70% en medicamentos, Lorenzo afirmó que esta cifra es engañosa y “da pena”.
La realidad es que la mayoría de los hospitales carecen de los medicamentos esenciales necesarios para tratar enfermedades comunes, dejando a los pacientes sin opciones viables para su cuidado.
El círculo vicioso de la salud preventiva
La falta de medicina preventiva ha llevado a Venezuela a un círculo vicioso. La ausencia de prevención y diagnóstico temprano significa que las enfermedades se agravan, aumentando la carga financiera sobre los pacientes. Las familias se ven obligadas a gastar de su propio bolsillo para recibir atención médica, lo cual muchas veces es insuficiente debido a la escasez de recursos y la inflación galopante.
La descripción de Jaime Lorenzo sobre la situación sanitaria en Venezuela es alarmante y revela una crisis profunda que requiere atención urgente. La comparación con los años 50 y 60 subraya el retroceso significativo que ha sufrido el país en términos de salud pública. Sin una intervención inmediata y efectiva, las condiciones solo continuarán deteriorándose, poniendo en riesgo la vida de millones de venezolanos.