Una tragedia sacudió el municipio Uribante de Táchira este lunes, cuando una familia completa perdió la vida al precipitarse su vehículo por un barranco. El accidente ocurrió en la carretera que une Pregonero con La Grita, cobrándose la vida de cinco personas. Este evento lamentable resalta los peligros inherentes a las carreteras de la región y la necesidad de tomar medidas preventivas.
En la mañana del lunes, un Chevrolet Chevette rojo, conducido por Dincen Javier Ramírez, de 31 años, cayó por un precipicio de 300 metros. A bordo del vehículo viajaban también su esposa, María Isabel Colmenares, de 25 años, y sus tres hijos: Javier, de 6 años, Antoni, de 5, y Dincen, de un año y medio. La familia, originaria de Chachopo en Mérida y residente en la hacienda Valle Plateado de Uribante, falleció instantáneamente debido a la magnitud de la caída.
Tras recibir la alerta de los residentes locales, efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) y Protección Civil se dirigieron rápidamente al lugar del accidente. Lamentablemente, al llegar solo pudieron constatar el fallecimiento de todos los ocupantes del vehículo. Los cuerpos fueron recuperados y se están haciendo los arreglos necesarios para su traslado a Mérida, donde recibirán sepultura.
El alcalde del municipio Uribante, Olinto Contreras, decretó tres días de duelo en honor a las víctimas y solicitó a la comunidad local su apoyo a los familiares sobrevivientes. La noticia ha causado un profundo impacto en la comunidad, que se ha volcado a prestar ayuda y consuelo en este difícil momento.
No es la primera vez que la carretera entre Pregonero y La Grita se cobra vidas. El 7 de febrero de 1983, un autobús con 26 pasajeros cayó en la misma área, resultando en la muerte de 13 personas. La topografía de la región, caracterizada por terrenos escarpados y despeñaderos de gran altura, convierte a esta ruta en una de las más peligrosas, según Alertas 24.
Este trágico accidente subraya la necesidad urgente de mejorar la seguridad en las carreteras de la región. Es crucial que se implementen medidas preventivas como señalización adecuada, barreras de protección en puntos críticos y programas de concienciación sobre conducción segura. Además, la comunidad y las autoridades deben trabajar de la mano para realizar inspecciones regulares de las vías y fomentar el mantenimiento continuo de las mismas. Solo a través de un esfuerzo concertado se podrá reducir la incidencia de tragedias como esta y garantizar la seguridad de quienes transitan por estas peligrosas rutas.