La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) activó un plan especial de patrullaje para resguardar las estaciones eléctricas del país. Esta medida, ordenada por el presidente Nicolás Maduro, tiene como objetivo proteger el servicio eléctrico y garantizar la estabilidad del mismo, en respuesta a amenazas de sabotaje. Domingo Hernández Lárez, Comandante Estratégico Operacional de la FANB, comunicó los detalles de esta operación.
Domingo Hernández Lárez, a través de su cuenta en la red social X, informó sobre la puesta en marcha de un plan de vigilancia y patrullaje continuo. Este despliegue se realizará las 24 horas del día en todos los cuadrantes de paz de las guarniciones del país. El propósito es salvaguardar las instalaciones estratégicas que proporcionan servicios esenciales a la población, subrayando la prioridad de la patria en la agenda de seguridad nacional.
El presidente Nicolás Maduro, en su programa “Con Maduro +”, alertó sobre un presunto complot de la ultraderecha para desestabilizar el país mediante ataques al sistema eléctrico. Según el mandatario, existen pruebas que implican a los responsables, quienes ya han sido detenidos y han confesado sus intenciones. Este escenario de amenaza directa motivó la decisión de activar un plan de emergencia para asegurar la integridad del servicio eléctrico y, por ende, la seguridad de la ciudadanía.
La operación especial de la FANB implica una presencia constante y disuasiva en las áreas críticas del sistema eléctrico. La vigilancia se intensificará en todas las instalaciones estratégicas, incluyendo plantas de generación, subestaciones y líneas de transmisión. El objetivo es prevenir cualquier intento de sabotaje que pudiera causar interrupciones significativas en el suministro de electricidad, esencial para el bienestar y el desarrollo del país.
La activación de este plan ha generado diversas reacciones en la sociedad venezolana. Por un lado, se percibe como una medida necesaria para garantizar la estabilidad en un momento de tensión. Por otro, algunos sectores cuestionan la implicación de una militarización de las tareas de protección de servicios públicos. Sin embargo, la prioridad declarada por las autoridades es la protección de los recursos críticos de la nación y la prevención de cualquier acto que pueda poner en riesgo la seguridad colectiva.
En conclusión, la implementación de un plan de patrullaje y vigilancia por parte de la FANB es una respuesta directa a las amenazas identificadas contra el sistema eléctrico venezolano. Para fortalecer esta estrategia, es recomendable que se complementen las acciones militares con medidas de seguridad tecnológica, como la instalación de sistemas de monitoreo avanzados y la formación de equipos especializados en la protección de infraestructuras críticas. Además, fomentar una mayor colaboración entre la comunidad y las fuerzas de seguridad puede ser clave para detectar y prevenir posibles actos de sabotaje. Es esencial que estas acciones se realicen en un marco de transparencia y respeto a los derechos ciudadanos, garantizando así una protección efectiva y sostenida del servicio eléctrico y, en última instancia, de la estabilidad del país.