La situación de los pacientes renales en Venezuela ha empeorado drásticamente en los últimos años. En 2018, el país contaba con 159 centros de diálisis. Hoy, menos de 50 de estos centros permanecen operativos. Esta alarmante reducción, acompañada de un aumento en el número de pacientes con enfermedades renales, ha puesto en jaque el sistema de salud.
El doctor José Escalona, presidente de la Sociedad Venezolana de Nefrología, expone la gravedad de esta crisis y la necesidad urgente de medidas estructurales para mejorar la atención a estos pacientes.
Aumento de pacientes renales
En el programa Punto y Seguimos de Radio Fe y Alegría Noticias, el doctor José Escalona señaló que en los últimos años ha habido un incremento notable en los pacientes con patologías renales. Esta tendencia está relacionada principalmente con la alta prevalencia de diabetes e hipertensión en la población.
Escalona subrayó la importancia de que los pacientes con estas condiciones monitoreen sus niveles de creatinina y se evalúen regularmente con un nefrólogo. Lamentablemente, muchos pacientes llegan a la etapa de diálisis sin haber recibido atención especializada previa, lo que incrementa significativamente la mortalidad.
Reducción de centros de diálisis
A pesar del creciente número de pacientes con insuficiencia renal, la cantidad de centros de diálisis ha disminuido drásticamente. En 2018, había 159 unidades de diálisis en todo el país, atendiendo a aproximadamente 6,000 pacientes.
Hoy, esa cifra se ha reducido a menos de 50 centros, cada uno enfrentando sus propios desafíos particulares. Esta reducción ha exacerbado la crisis de atención y ha dejado a muchos pacientes sin acceso a los tratamientos necesarios para sobrevivir.
Problemas de financiamiento y mantenimiento
El doctor Escalona explicó que el Instituto Venezolano de Seguro Social (IVSS) paga a centros privados para que atiendan a los pacientes renales.
Sin embargo, los montos proporcionados son insuficientes para cubrir los costos operativos, mantener adecuadamente los equipos de hemodiálisis y pagar al personal especializado. Esta falta de financiamiento adecuado ha llevado a un deterioro en la calidad de los servicios y al cierre de muchas unidades de diálisis.
Escasez de trasplantes de órganos
Aunque desde hace dos años se han retomado los trasplantes de vivo a vivo en Venezuela, la cantidad de trasplantes realizados es extremadamente baja en comparación con la necesidad existente.
Solo alrededor de 125 personas han sido trasplantadas en este periodo, una cifra mínima considerando la gran cantidad de pacientes con insuficiencia renal en el país. La suspensión de los trasplantes de órganos desde hace siete años ha agravado aún más la situación.
Necesidad de medidas estructurales
Para abordar esta crisis, Escalona enfatizó la necesidad de implementar medidas estructurales. Esto incluye la creación de instituciones preparadas, la capacitación de personal de salud calificado y la voluntad política para mejorar las condiciones de los pacientes renales. Sin estos cambios fundamentales, la situación seguirá deteriorándose, poniendo en riesgo la vida de miles de venezolanos que dependen de la diálisis para sobrevivir.
La crisis de los centros de diálisis en Venezuela refleja una profunda problemática en el sistema de salud del país. La reducción de unidades de diálisis y la insuficiencia en los trasplantes de órganos destacan la necesidad urgente de intervención y reformas estructurales. Los pacientes renales necesitan soluciones inmediatas y efectivas para garantizar su derecho a la salud y a una vida digna.