El argentino Fernando “Bocha” Batista no estaba destinado a ser el principal estratega de la Vinotinto. Llegó a Venezuela como asistente de su compatriota José Pekerman, pero las circunstancias lo llevaron a asumir el mando de la selección nacional, infundiendo esperanza tras años de decepciones.
Un liderazgo imprevisto
Bocha Batista, de 53 años, ha guiado a la Vinotinto a los cuartos de final de la Copa América 2024 en Estados Unidos, obteniendo un puntaje perfecto en el Grupo B.
Con nueve puntos y ocupando el primer lugar, el equipo ha reafirmado las buenas sensaciones que dejó en el inicio de las eliminatorias hacia el Mundial de 2026.
Enfrentamiento con Canadá
El próximo desafío para Venezuela será enfrentar a Canadá, que terminó en el segundo puesto del Grupo A, por un pase a las semifinales este viernes. Batista ha insistido en mantener la humildad y los pies en la tierra, pero el equipo y la afición no pueden evitar soñar en grande tras sus triunfos contra Ecuador (2-1), México (1-0) y Jamaica (3-0).
Progreso en las Eliminatorias
Venezuela ha mostrado una notable evolución en el Premundial, sumando nueve puntos en seis partidos, con dos victorias, tres empates y una derrota.
Con seis goles a favor y tres en contra, solo está por detrás de Argentina (15), Uruguay (13) y Colombia (12). En esta ocasión, la expansión del próximo Mundial a 48 selecciones abre la posibilidad de seis cupos directos y una plaza en el repechaje para Sudamérica.
Un cambio de narrativa
La Vinotinto ha cargado históricamente con la etiqueta de “Cenicienta” en las clasificatorias sudamericanas, finalizando en el último lugar en los torneos rumbo a Rusia 2018 y Qatar 2022.
La llegada de Batista, que previamente dirigió selecciones Sub 20 y Sub 23 de Argentina y lideró la albiceleste en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, ha marcado un punto de inflexión. Inicialmente visto como una solución de emergencia tras la inesperada salida de Pekerman, Batista ha logrado transformar al equipo.
Construcción de un nuevo equipo
Sin involucrarse en las polémicas previas a su nombramiento, Batista ha construido su equipo manteniendo a figuras veteranas como el goleador Salomón Rondón y dando oportunidad a nuevas promesas.
Esta combinación ha resultado exitosa, permitiendo a la Vinotinto competir de tú a tú con selecciones de mayor renombre.
Creer en sí mismos
Para Batista, el mayor desafío de Venezuela era superar sus propias limitaciones. “Teníamos primero que creer en nosotros. El gran rival de Venezuela era la propia Venezuela.
Si nosotros partíamos de ahí, íbamos a respetar a todo el mundo, pero miedo no le íbamos a tener a nadie”, declaró Batista. Con esta mentalidad, la Vinotinto se encuentra en una posición para romper hitos y dejar atrás su historia de fracasos.
Hacia nuevos horizontes
La mejor actuación de Venezuela en la Copa América fue en 2011, cuando llegaron a semifinales y terminaron en el cuarto lugar. Ahora, con una nueva generación de jugadores y un liderazgo revitalizado, el equipo busca superar ese récord y establecerse como un contendiente serio en el fútbol sudamericano.
Después de la Copa América, Venezuela enfrentará un calendario desafiante en las eliminatorias sudamericanas para el Mundial en Estados Unidos, México y Canadá. Mantener la consistencia y el impulso será crucial para asegurar una histórica clasificación.
El camino de Venezuela bajo la dirección de Batista es un testimonio del poder de la creencia y la unidad. Es esencial que el equipo continúe trabajando con disciplina y determinación, aprovechando el talento emergente y la experiencia de sus líderes. Para la afición y los jugadores, el mensaje es claro: con trabajo duro y fe, cualquier obstáculo puede ser superado.