El Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) reportó que la inflación acumulada en Venezuela durante el primer semestre de 2024 alcanzó un 18,1%. Este indicador refleja un incremento promedio de precios del 2,4% en junio, una disminución comparada con el 3,9% registrado en mayo. La tasa anualizada se sitúa en un 68%. A continuación, se exploran las causas de esta desaceleración y las implicaciones económicas para el país.
Desaceleración de la inflación
La inflación en Venezuela mostró una desaceleración notable en junio, con una disminución de 1,5 puntos respecto al mes anterior. Este fenómeno se atribuye principalmente a dos factores: la caída del precio del dólar en el mercado local y la contención salarial aplicada por el gobierno.
El precio del dólar ha tenido una tendencia a la baja, lo que ha influido significativamente en la desaceleración de la inflación. En Venezuela, la mayoría de los bienes y servicios están fijados en dólares debido a la devaluación constante del bolívar en los últimos años. La estabilización del dólar ha contribuido a moderar el aumento de precios, proporcionando un respiro a la economía nacional.
Contención salarial del Gobierno
Otra razón destacada por el OVF es la política de contención salarial del gobierno, que no ha ajustado el salario mínimo ni las pensiones desde marzo de 2022. En ese momento, estos ingresos se fijaron en 130 bolívares, equivalentes a unos 30 dólares. Hoy en día, estos valores han disminuido drásticamente, siendo aproximadamente 3,5 dólares al tipo de cambio oficial, que cerró en 36,51 bolívares por dólar. Esta medida ha limitado el poder adquisitivo de los venezolanos, contribuyendo a la desaceleración inflacionaria.
Declaraciones oficiales
El presidente Nicolás Maduro afirmó recientemente que junio registró la inflación más baja en 39 años, aunque no proporcionó cifras específicas.
Según el mandatario, esto es una señal de que el “milagro económico” está ocurriendo en Venezuela. Maduro también señaló que el primer semestre de 2024 ha traído “grandes noticias” en términos de crecimiento económico, sin detallar estas afirmaciones.
Venezuela salió de un periodo de hiperinflación en diciembre de 2021, una crisis que comenzó en 2017 y duró cuatro años, erosionando el valor del bolívar y la confianza de los ciudadanos en su moneda. Durante este tiempo, el dólar estadounidense se adoptó de manera no oficial como una medida para proteger los ingresos de la población frente a la inflación descontrolada.
La desaceleración de la inflación en el primer semestre de 2024 es un indicio positivo para la economía venezolana, aunque el contexto sigue siendo desafiante. Es esencial que las autoridades mantengan políticas económicas que favorezcan la estabilidad y el crecimiento sostenible. Recomendaría al gobierno considerar un ajuste gradual del salario mínimo para mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores, así como continuar con medidas que estabilicen el tipo de cambio y promuevan la confianza en el bolívar. La transparencia en la divulgación de datos económicos y la implementación de políticas inclusivas serán clave para consolidar estos avances y asegurar un futuro económico más estable para todos los venezolanos.