En respuesta a los devastadores efectos del huracán Beryl en el estado Sucre, el Gobierno de Venezuela ha establecido un fondo de un millón de dólares para apoyar a los sectores económicos afectados por el desbordamiento del río en Cumanacoa. La vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, anunció esta medida el lunes 8 de julio, subrayando la importancia de ofrecer ayuda sin condiciones a las áreas más perjudicadas.
Apoyo Económico para la Recuperación
El presidente Nicolás Maduro ha decidido crear un fondo en bolívares, equivalente a un millón de dólares, para financiar la recuperación de los sectores económicos en Cumanacoa, una de las zonas más afectadas por el huracán Beryl. Según Rodríguez, esta ayuda se destinará a los sectores de producción, servicios y comercios, proporcionando el apoyo financiero necesario para reactivar la economía local tras las devastadoras lluvias y la crecida del río.
El desbordamiento del río Manzanares provocó una tragedia en Cumanacoa, dejando al menos tres personas fallecidas, aunque reportes independientes sugieren que la cifra podría ascender a seis. Además, aproximadamente 1.440 personas han sido desplazadas y se encuentran en “refugios solidarios” después de perder sus hogares. Las autoridades han contabilizado cerca de 8.000 viviendas afectadas por la inundación, lo que ha generado una urgente necesidad de asistencia y reconstrucción.
El Paso del Huracán Beryl
El huracán Beryl, que tocó tierra en Matagorda, Texas, como un huracán de categoría 1, ha dejado una estela de destrucción a su paso. Con fuertes vientos, marejadas ciclónicas peligrosas e inundaciones repentinas, Beryl ha demostrado su poder destructivo, alcanzando previamente la categoría 5 en la escala Saffir-Simpson mientras se encontraba en el Caribe. Su llegada a Estados Unidos ha venido acompañada de advertencias del Centro Nacional de Huracanes sobre posibles daños adicionales mientras se desplaza hacia el interior del país.
El huracán Beryl, que impactó primero en el Caribe, continúa su trayectoria hacia el interior de Estados Unidos, donde se espera que se debilite gradualmente, transformándose en una tormenta tropical y posteriormente en una depresión tropical. Sin embargo, los daños ya causados en su paso por Venezuela y otros países del Caribe subrayan la necesidad de estar preparados para enfrentar desastres naturales de esta magnitud.
La creación de un fondo de un millón de dólares por parte del gobierno venezolano para apoyar a los sectores económicos afectados por el desbordamiento del río Manzanares es una medida crucial para la recuperación de Cumanacoa.
Es vital que esta ayuda se distribuya de manera eficiente y transparente, asegurando que llegue a quienes más lo necesitan. Además, es fundamental que se implementen estrategias preventivas para mitigar los efectos de futuros desastres naturales, fortaleciendo la infraestructura y mejorando los sistemas de alerta temprana para proteger a las comunidades vulnerables.