Portada » ¿Qué se ha sacrificado con la actual política antiinflacionaria?
Actualidad Economía

¿Qué se ha sacrificado con la actual política antiinflacionaria?

La política antiinflacionaria del gobierno venezolano ha logrado desacelerar la inflación, alcanzando una tasa del 1% en junio. Sin embargo, este logro ha venido a un alto costo, afectando significativamente los salarios y el acceso al crédito. Expertos advierten sobre las consecuencias y la sostenibilidad de estas medidas en el contexto económico actual del país.

Control del dólar: Estrategia y consecuencias

Desde el inicio del programa en 2018, la administración de Nicolás Maduro ha implementado una política agresiva de venta de divisas para estabilizar el precio del dólar. Esta medida ha resultado en una mayor estabilidad del bolívar frente a la moneda estadounidense.

Luis Bárcenas, economista jefe de Ecoanalítica, explicó que entre enero y mayo de este año, el gobierno vendió más de 350 millones de dólares mensuales a través de la banca. Esta sobreoferta de divisas ha inundado el mercado, manteniendo el precio del dólar relativamente estable.

Sin embargo, esta estabilidad tiene sus costos. La emisión controlada de bolívares ha afectado directamente los salarios y pensiones. Desde marzo de 2022, el salario mínimo se ha mantenido en 130 bolívares, lo que equivalía a unos 30 dólares en ese momento, pero que hoy apenas alcanza los 3.5 dólares debido a la devaluación continua.

Salarios y créditos: Víctimas de la estrategia

La estrategia del gobierno para mantener la inflación a raya incluye restringir la emisión de bolívares, lo cual ha llevado a un estancamiento del salario mínimo y de las pensiones. A pesar de la migración masiva, estimada en unos 7,77 millones de venezolanos, el tamaño del sector público sigue siendo considerable. Esto implica que cualquier ajuste salarial podría incrementar significativamente el gasto fiscal. Así, la política antiinflacionaria se ha implementado a expensas del poder adquisitivo de los ciudadanos.

Además, la restricción del crédito ha sido otro factor que contribuye a la desaceleración inflacionaria. Con un poder de compra disminuido, los consumidores priorizan sus gastos en necesidades básicas como alimentos, manteniendo los precios de bienes y servicios relativamente estables. El Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) también atribuye la desaceleración a la estabilidad en el mercado cambiario y la contención salarial.

Dependencia del petróleo: Un equilibrio frágil

La estabilidad económica de Venezuela depende en gran medida de sus ingresos petroleros. Las sanciones estadounidenses, que fueron retomadas en abril tras seis meses de alivio, limitan las ventas de crudo en el mercado internacional, lo que podría afectar la capacidad del país para generar divisas. Además, factores externos como conflictos globales o fluctuaciones en el consumo de las grandes economías pueden influir negativamente en los precios del petróleo, poniendo en riesgo la estabilidad económica lograda.

La política antiinflacionaria del gobierno venezolano ha tenido éxito en reducir la inflación, pero a un costo significativo para los ciudadanos. Es crucial que las autoridades consideren estrategias que no solo mantengan la estabilidad económica, sino que también mejoren el bienestar de la población. Incrementar los salarios y facilitar el acceso al crédito son pasos necesarios para fomentar una economía más saludable y sostenible. La dependencia del petróleo también debe ser gestionada con prudencia, buscando diversificar las fuentes de ingreso del país para asegurar una estabilidad duradera.