La crisis alimentaria en Venezuela ha alcanzado niveles alarmantes. La desnutrición infantil, la falta de acceso a alimentos y las limitaciones económicas son factores que han empeorado la calidad de vida de los venezolanos. En este contexto, se destaca el análisis de la nutricionista Yngrid Candela, quien arroja luz sobre las causas y consecuencias de esta problemática.
Datos escasos y desactualizados
El acceso a información oficial es fundamental para entender la situación nutricional de cualquier país. No obstante, en Venezuela, estos datos son escasos y desactualizados. De hecho, la última información disponible sobre el estado nutricional de los niños se publicó en 2007.
Además, el costo de la canasta alimentaria y las encuestas de consumo de alimentos no se actualizan desde 2014 y 2015, respectivamente. Por otro lado, esto significa que en consecuencia la información utilizada para evaluar la situación alimentaria puede estar desactualizada.
En este sentido, es fundamental considerar la necesidad de llevar a cabo nuevas evaluaciones para obtener datos más recientes y relevantes. La única fuente confiable es el Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional de las Naciones Unidas, que revela cifras preocupantes.
Prevalencia de la desnutrición
Según el informe de Naciones Unidas para el periodo 2020-2022, el 17,9% de la población venezolana enfrenta hambre, una cifra que dobla la prevalencia mundial de subalimentación (9,2%) y triplica la de América Latina y el Caribe (6,7%).
Este dato refleja la insuficiencia calórica en la dieta de los venezolanos y la incapacidad del país para cubrir las necesidades mínimas de calorías para su población.
Causas de la desnutrición
La crisis alimentaria en Venezuela tiene raíces profundas y multifactoriales. La caída acumulada en la producción de alimentos de origen vegetal y animal entre 2008 y 2022 es significativa. La producción de alimentos de origen vegetal cayó un 33,4%, mientras que la producción de carne de vacuno, ave y porcino disminuyó un 8,9%, 5,3% y 24,6%, respectivamente. En contraste, la producción de búfalo y caprino ha mostrado un incremento en los últimos años.
Impacto Económico
El costo de los alimentos y el bajo poder adquisitivo de los hogares agravan la crisis. Durante 2023, el costo promedio de la canasta alimentaria familiar fue de 506,4 dólares, mientras que el poder adquisitivo del salario mínimo se situó en un 0,6%. Según el último reporte del CENDAS de junio de 2024, la canasta alimentaria se ubicó en 550,39 dólares, con una variación acumulada del 9,3% y un poder adquisitivo del salario mínimo igualmente del 0,6%.
Desigualdad en el Acceso a Alimentos
La desigualdad en el acceso a alimentos es otro factor crítico. En las zonas urbanas, por un lado, hay un mejor acceso físico y económico a los alimentos; sin embargo, en las áreas rurales, las limitaciones son severas. En consecuencia, el bajo ingreso económico de los hogares, así como la reducción de la producción de alimentos y las restricciones en la movilización debido a la crisis de combustible y la escasez de transporte son barreras que impiden una alimentación adecuada tanto en cantidad como en calidad.
La desnutrición en Venezuela es un drama que refleja la profunda crisis estructural del país. La falta de información actualizada, la caída en la producción de alimentos, los altos costos y el bajo poder adquisitivo, junto con la desigualdad en el acceso a los alimentos, configuran un panorama desolador. Es imperativo que se implementen políticas efectivas para mejorar la seguridad alimentaria y nutricional de la población, garantizando el derecho fundamental a una alimentación adecuada y digna.