El gobierno de Venezuela ha comunicado al Senado español que no permitirá la entrada de una delegación institucional para las elecciones presidenciales del 28 de julio. Esta decisión se basa en la falta de una invitación expresa por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela para la observación de estos comicios.
Rechazo a la delegación española
Según una nota verbal enviada por la Embajada venezolana en Madrid al Ministerio de Asuntos Exteriores español, el programa de acompañamiento electoral diseñado por el CNE no contempla una misión de veeduría internacional del Senado español.
La comunicación, fechada el 17 de julio, advierte que cualquier intento de ingreso al país sin formar parte del programa oficial será rechazado.
Respuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores
El Ministerio de Asuntos Exteriores había comunicado previamente a la Embajada venezolana el acuerdo de la Mesa del Senado, que manifestaba su disposición a enviar una misión de observación electoral independiente.
Este acuerdo surgió tras una invitación de la líder opositora María Corina Machado a los integrantes de la Comisión de Asuntos Iberoamericanos para ser testigos de las elecciones, especialmente después de que el presidente Nicolás Maduro revocara la autorización para una misión de observación de la Unión Europea.
Insistencia de la delegación en la observación electoral
A pesar de la negativa del gobierno venezolano, el Partido Popular (PP) de España sigue adelante con sus planes de enviar una delegación a Venezuela. Esta delegación, que incluirá a varios miembros destacados del partido, pretende apoyar a la oposición y observar el desarrollo de las elecciones. El portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, ha afirmado que estarán en Venezuela para respaldar a la oposición y denunciar cualquier infracción o movimiento autoritario.
Advertencia del Gobierno venezolano
Aunque la carta de la Embajada venezolana solo menciona la delegación del Senado, la advertencia de inadmisión podría extenderse a otras representaciones, como la del PP. Ninguna de estas delegaciones ha recibido una invitación oficial del CNE para observar las elecciones, lo que pone en duda su capacidad para ingresar al país y llevar a cabo su misión.
La negativa del gobierno venezolano a permitir la entrada de observadores internacionales del Senado español refleja las tensiones y desconfianzas existentes en el contexto de las elecciones presidenciales. Mientras tanto, el Partido Popular español persiste en su intención de observar el proceso electoral y apoyar a la oposición venezolana, a pesar de los obstáculos diplomáticos y legales que enfrenta.