En una rueda de prensa celebrada el 31 de julio en el Palacio de Miraflores, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, hizo contundentes declaraciones dirigidas a los medios de comunicación internacionales. Enfatizó su disposición a convocar al pueblo venezolano a una nueva revolución, si las circunstancias lo exigen, para defender la soberanía del país frente a lo que calificó como agresiones y campañas desestabilizadoras promovidas desde el exterior.
Maduro hace un llamado a la defensa de la Soberanía Nacional
Maduro inició su intervención cuestionando el papel de los medios internacionales, acusándolos de intentar generar un conflicto interno en Venezuela. El mandatario aseguró que existe una campaña mediática que busca justificar una intervención militar y provocar violencia en el país.
Según Maduro, estas acciones son parte de un esfuerzo más amplio para desestabilizar el gobierno venezolano y socavar el proyecto político que lidera. “Venezuela tiene derecho a desarrollar un proyecto independiente y soberano”, subrayó.
Llamado a la revolución
El presidente venezolano fue enfático al afirmar que, si la situación lo requiere, no dudará en llamar al pueblo a una nueva revolución, con características diferentes, para evitar que el país caiga en manos del fascismo.
“No me temblará el pulso para llamar al pueblo a otra revolución”, declaró Maduro, dejando claro que está dispuesto a tomar medidas extremas para proteger lo que considera los logros de la Revolución Bolivariana.
Maduro lanza crítica a los medios y las redes sociales
Durante su intervención, Maduro denunció que las redes sociales están controladas por intereses imperialistas que manipulan la información para favorecer una narrativa de intervención. Acusó a estas plataformas de mostrar solo lo que les conviene para promover una imagen negativa de Venezuela en el exterior. “No se lo vamos a permitir”, afirmó con firmeza.
El mandatario también arremetió contra lo que llamó “La Internacional Fascista”, un grupo que, según él, está conformado por líderes de derecha como José Antonio Kast, Javier Milei, y otros mandatarios y figuras políticas de América Latina. Maduro los acusó de intentar desmantelar la Revolución Bolivariana y advirtió que su gobierno no permitirá que esto suceda.
El Espíritu de la Revolución Bolivariana
A lo largo de la rueda de prensa, Maduro reiteró su compromiso con la Revolución Bolivariana, describiéndose a sí mismo como un “guerrero del amor” que actúa en defensa de los intereses de su país. Señaló que, a pesar de las acusaciones y las campañas en su contra, continuará enfrentando lo que considera mentiras y desinformación con la verdad. “Yo no le tengo miedo a las mentiras de ustedes”, dijo, refiriéndose a los medios internacionales.
Las declaraciones de Nicolás Maduro reflejan una postura combativa frente a lo que percibe como amenazas externas e internas contra su gobierno y la soberanía de Venezuela. Al insistir en su disposición a llamar a una nueva revolución, el presidente busca consolidar el apoyo interno y enviar un mensaje de resistencia a sus detractores, tanto dentro como fuera del país. En un contexto de creciente presión internacional y tensiones políticas, sus palabras resuenan como un llamado a la movilización y a la defensa de los principios de la Revolución Bolivariana.