La situación política en Venezuela, tras la controvertida reelección de Nicolás Maduro, está generando preocupación en Colombia por su posible impacto en el suministro de gas natural. Autoridades y gremios colombianos advierten que el país deberá buscar alternativas más costosas para cubrir su déficit energético, lo que podría repercutir en las tarifas y la estabilidad del sector.
Repercusiones en el suministro de Gas
La posibilidad de importar gas natural desde Venezuela era una solución que Colombia contemplaba para enfrentar la reducción de sus reservas locales y la escasez de nuevos contratos de exploración. Sin embargo, la incertidumbre política y las denuncias de fraude en las recientes elecciones venezolanas han puesto en jaque esta estrategia.
Luz Stella Murgas, presidenta del gremio nacional de empresas de gas (Naturgas), expresó su preocupación en una entrevista con Blu Radio, afirmando que no se puede depender de una fuente incierta como Venezuela para solucionar la crisis de abastecimiento. Murgas subrayó la necesidad de buscar alternativas más seguras, aunque sean más costosas.
Impacto de las Sanciones de EE.UU al gas venezolano
La posibilidad de importar gas desde Venezuela estaba supeditada al levantamiento de las sanciones impuestas por Estados Unidos al país caribeño. En junio, el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, había manifestado la intención de iniciar estas importaciones, siempre y cuando se obtuviera el visto bueno de Washington. No obstante, la persistencia de las sanciones obliga a Colombia a continuar adquiriendo gas a precios internacionales, principalmente desde el Golfo de México.
Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda de Colombia, comentó que las esperanzas de importar gas más barato desde Venezuela se han desvanecido temporalmente, lo que obliga al país a seguir enfrentando los costos elevados del mercado internacional.
Perspectivas Energéticas y Transición Energética
El déficit de gas en Colombia se estima en un 7,5 % de la demanda total para 2025, con un aumento proyectado al 16 % en 2026, según datos proporcionados por Naturgas. Este panorama es consecuencia de la política de transición energética impulsada por el gobierno de Gustavo Petro, que ha frenado los contratos de exploración de hidrocarburos en favor de las energías renovables.
Sin embargo, esta política ha generado críticas, tanto de la oposición como de algunos sectores gremiales, quienes advierten que la autosuficiencia energética del país podría estar en riesgo. La volatilidad de los precios del gas importado podría traducirse en un incremento significativo en las tarifas para los usuarios finales.
En un contexto marcado por la crisis hídrica causada por el fenómeno de El Niño, Colombia ha incrementado sus importaciones de gas en un 2.500 % entre 2022 y 2023. Con el gas natural cubriendo entre el 25 % y el 30 % de la demanda energética nacional, la incertidumbre sobre la fuente de abastecimiento y los costos asociados plantea un desafío significativo para la estabilidad energética del país. La crisis política en Venezuela añade una capa adicional de complejidad a este escenario, obligando a Colombia a reconsiderar sus opciones y a prepararse para un entorno más volátil y costoso.