La ciudad colombiana de Cúcuta, en el departamento Norte de Santander, ha experimentado una notable caída en sus actividades comerciales y en el transporte de carga tras las elecciones presidenciales en Venezuela. La situación, que ha impactado negativamente a quienes dependen del comercio fronterizo, es un reflejo de la crisis económica que vive el país vecino y de las complicaciones que enfrentan los venezolanos al cruzar la frontera.
Impacto en el comercio fronterizo
Desde los comicios en Venezuela, los comercios en Cúcuta han registrado una significativa disminución en las ventas. Según expertos, la baja en la afluencia de compradores venezolanos se debe a la precariedad económica que limita su capacidad de consumo. William Gómez, analista internacional, sostiene que esta problemática no es reciente, sino que se ha venido agudizando en los últimos meses, y se ha intensificado desde el 28 de julio, fecha de las elecciones venezolanas.
Gómez explica que, además de las dificultades económicas, los ciudadanos venezolanos enfrentan un trato desfavorable al cruzar a Colombia, lo que ha desincentivado aún más el flujo de personas a la región.
Limitaciones en el transporte de carga
El restablecimiento de relaciones entre Colombia y Venezuela en septiembre de 2022 permitió una reactivación gradual del transporte de carga, así como del tránsito de vehículos particulares y transporte público entre ambos países. Sin embargo, Gómez señala que la reciprocidad en el tráfico vehicular, estipulada en el Tratado de Tonchalá, no se ha cumplido plenamente por parte de las autoridades colombianas.
En la actualidad, los vehículos venezolanos solo pueden transitar sin restricciones por tres municipios: Los Patios, Cúcuta y Villa del Rosario. Aquellos que sobrepasan estos límites se arriesgan a que sus vehículos sean confiscados, generando una mayor incertidumbre en el comercio transfronterizo.
Impacto en el comercio y transporte internacional
Las operaciones aduaneras y el transporte internacional también han sufrido una merma significativa, estimada en un 40% según la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales. Este descenso se debe a la incertidumbre que ha generado el ambiente político y económico en Venezuela tras las elecciones. Importadores, exportadores y comerciantes han decidido suspender pedidos y envíos hasta que la situación se estabilice, temiendo pérdidas en el traslado de mercancías.
Isabel Castillo, presidenta de la Cámara de Comercio de San Antonio, ha corroborado esta tendencia, señalando que el paso de transporte de carga pesada ha disminuido entre un 10% y 15%. Sin embargo, se muestra optimista y prevé que esta situación podría regularizarse en los próximos días, aunque el panorama sigue siendo incierto para quienes dependen de la actividad comercial en la frontera.
Incertidumbre en la frontera
La combinación de una crisis económica persistente en Venezuela y las complejidades del comercio transfronterizo han generado un impacto negativo en la región de Cúcuta. La caída en las ventas y el transporte de carga son síntomas de una situación que requiere atención y soluciones conjuntas entre ambos países. La expectativa de una posible regularización en los próximos días es el único rayo de esperanza en un contexto de incertidumbre creciente.