En las primeras horas del martes 13 de agosto, un trágico incidente enlutó a la Policía Nacional Bolivariana (PNB) cuando el oficial Wilmer Antonio Celin Ramírez, de 39 años, fue asesinado en un violento intercambio de disparos en el sector Lo de Doria, en La Concepción. El oficial, que se encontraba finalizando su jornada laboral, fue sorprendido por un grupo de motorizados armados, lo que derivó en un enfrentamiento que le costó la vida.
Un ataque mortal al PNB en la madrugada
Cerca de las 12:30 de la madrugada, el oficial Celin Ramírez y dos compañeros de guardia se disponían a retirarse a sus hogares tras concluir su turno. Sin embargo, observaron a un motorizado en actitud sospechosa, lo que interrumpió sus planes. Al intentar detenerlo, se desencadenó una persecución que los llevó hasta la avenida principal del sector Lo de Doria. Allí, los funcionarios se encontraron con un grupo de seis individuos, todos a bordo de motocicletas y armados.
El enfrentamiento y sus consecuencias
La confrontación fue inmediata y letal. Durante el intercambio de disparos, el oficial jefe Celin recibió un impacto de bala en la línea axilar anterior izquierda, una herida que resultó fatal.
Los médicos no pudieron hacer nada por salvar su vida, certificaron su deceso poco después de que lo trasladaron de urgencia al Hospital General del Sur.
Investigación en marcha sobre el asesinato del PNB
El asesinato de Wilmer Antonio Celin Ramírez ha encendido las alarmas en la comunidad y en las filas de la PNB. Los detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) han asumido la investigación del caso, con la esperanza de identificar y capturar a los responsables de este ataque. Además, se espera un despliegue policial en la zona para garantizar la seguridad y prevenir futuros incidentes similares.
Una pérdida que resuena en la comunidad
La muerte del oficial Celin no solo ha conmocionado a sus colegas, sino también a la comunidad de La Concepción, que se encuentra consternada por la violencia desatada en su entorno. Este incidente subraya los riesgos que enfrentan diariamente los funcionarios de seguridad en el cumplimiento de su deber y la creciente peligrosidad en las calles.
El asesinato de este oficial de la PNB es un recordatorio doloroso de la inseguridad que prevalece en ciertas áreas del país y la urgente necesidad de reforzar las medidas de protección para los agentes del orden. Mientras avanza la investigación, las autoridades y la comunidad esperan que se haga justicia y que la muerte de Wilmer Antonio Celin Ramírez no quede impune.
