La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) proyecta un notable crecimiento del 5% para la economía venezolana en 2024. Este pronóstico coloca a Venezuela entre los países con las mayores proyecciones de crecimiento en Suramérica y en toda la región, compartiendo el liderazgo con República Dominicana. La noticia ha generado expectativas sobre la recuperación económica del país, que se enfrenta a un entorno regional de bajo crecimiento.
El informe de Cepal destaca que, a pesar de los desafíos económicos globales, Venezuela podría experimentar un significativo avance en su economía. Este crecimiento proyectado contrasta con las proyecciones más modestas para otras naciones en América Latina y el Caribe, lo que plantea interrogantes sobre los factores que impulsan este optimismo en el contexto venezolano.
Cepal proyecta crecimiento económico para Venezuela
La Cepal ha estimado que Venezuela alcanzará un crecimiento del 5% en 2024, un dato que llama la atención debido a su ubicación destacada en el ranking regional. Este pronóstico sugiere una recuperación económica robusta y una mejora en las condiciones del país, especialmente en comparación con las proyecciones de otros países latinoamericanos.
Venezuela se posiciona como un líder en crecimiento económico, junto con República Dominicana, que también muestra un prometedor aumento del 5,2%.
En contraste con el optimismo de Venezuela, la Cepal prevé que el crecimiento promedio para América Latina y el Caribe se mantendrá en un bajo 1,8% en 2024. Los países de Centroamérica y México tendrán un crecimiento proyectado del 2,2%, mientras que el Caribe experimentará una expansión del 2,6%.
América del Sur, por su parte, crecerá un 1,5%. Dentro de este contexto regional, Venezuela y República Dominicana se destacan por sus altas proyecciones, sugiriendo un dinamismo económico que otros países no comparten.
Economías en crecimiento moderado y en declive
Los países que seguirán a Venezuela en términos de crecimiento incluyen Costa Rica con un 4%, y Honduras y Paraguay con un 3,8% cada uno. Uruguay también experimentará un crecimiento moderado del 3,6%.
Sin embargo, la Cepal también identifica economías que enfrentarán contracciones significativas. Argentina, con una caída proyectada del -3,6%, y Haití, con -3%, serán las economías que se enfrentarán a los mayores desafíos en términos de decrecimiento económico.
Cepal atribuye la baja proyección del crecimiento regional a varios factores estructurales. La disminución en la tasa de crecimiento del empleo, la baja productividad laboral y la expansión del empleo informal son algunos de los problemas que limitan el desarrollo económico en América Latina.
Estas condiciones impactan negativamente en la capacidad de muchas naciones para lograr avances económicos significativos y estables.
Perspectivas para 2025
El pronóstico para 2025 muestra una ligera mejora en el crecimiento regional, con un promedio proyectado del 2,3%.
Los países de América del Sur deberían experimentar un incremento del 2,4% en su PIB, lo que representa una recuperación moderada después de los desafíos enfrentados en años anteriores. Este repunte refleja una posible estabilización en las condiciones económicas y una respuesta positiva a las políticas implementadas para impulsar el crecimiento.
El pronóstico de crecimiento del 5% para Venezuela en 2024 representa un rayo de esperanza en medio de un entorno económico regional incierto. Para aprovechar al máximo esta proyección optimista, el país debe enfocarse en consolidar sus políticas económicas y mejorar la productividad laboral.
Los sectores económicos deben buscar oportunidades para fortalecer su capacidad productiva y reducir la informalidad laboral. Además, es fundamental que el gobierno implemente estrategias que aseguren una distribución equitativa de los beneficios del crecimiento, para sostener y ampliar el avance económico proyectado.
La transparencia en las políticas y el fortalecimiento de las instituciones económicas también serán cruciales para mantener la estabilidad y promover un desarrollo sostenible en el largo plazo.