El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, rechazó enérgicamente cualquier intento de intervención extranjera en los asuntos internos del país, tras la reciente resolución de la Organización de Estados Americanos (OEA). Durante un discurso en el Palacio de Miraflores, el mandatario venezolano expresó su descontento ante las demandas internacionales de transparencia en las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, asegurando que Venezuela no aceptará presiones externas.
Maduro firme en su rechazo al intervencionismo
Nicolás Maduro, en un tono desafiante, dejó claro que Venezuela no tolerará ningún tipo de injerencia extranjera, refiriéndose específicamente a las peticiones de la OEA, la Unión Europea y otras naciones que han solicitado la publicación de los resultados y actas de las recientes elecciones. El mandatario cuestionó las intenciones de estas organizaciones, acusándolas de intentar intervenir en la soberanía del país.
Durante su alocución, Maduro afirmó que Venezuela posee un sistema electoral robusto y que otros países deberían tomarlo como ejemplo en lugar de criticarlo. “Quisiéramos que otros países tuvieran el mismo modelo de Venezuela”, enfatizó, sugiriendo que las naciones que lo critican deberían centrarse en resolver sus propios problemas electorales antes de cuestionar el sistema venezolano.
Críticas a Estados Unidos y sus aliados
El presidente no solo dirigió sus críticas a la OEA, sino que también arremetió contra Estados Unidos y sus aliados, a quienes acusó de liderar una campaña internacional en contra de Venezuela. Maduro utilizó una expresión popular venezolana para manifestar su rechazo: “Chao pescado, compadre, decimos en Venezuela, chao pescado contigo, imperio gringo y sus aliados de la derecha mundial”. Con esta frase, dejó clara su postura de no ceder ante las presiones externas y continuar defendiendo lo que considera la soberanía del país.
Maduro también mencionó que estos ataques forman parte de una estrategia más amplia para desestabilizar a su gobierno y al proceso democrático en Venezuela, reiterando que no permitirá que se viole la autonomía de la nación bajo ninguna circunstancia.
Visión de una nueva democracia para el siglo XXI
En su discurso, Maduro subrayó su compromiso con la construcción de lo que denominó “la nueva democracia del siglo XXI”. Según el presidente, los modelos democráticos tradicionales, que describió como “burgueses representativos”, están agotados y ya no son del agrado de los pueblos. Maduro sostuvo que su gobierno está impulsando un nuevo modelo democrático que, a su juicio, responde mejor a las necesidades y deseos de la población venezolana.
El mandatario consideró que este nuevo enfoque democrático es más inclusivo y participativo, alejándose de los esquemas tradicionales que, según él, solo benefician a las élites y no a la mayoría de la población. Con esta declaración, Maduro busca posicionar su gobierno como un innovador en términos de gobernanza, en contraposición a lo que considera modelos anticuados que ya no satisfacen las demandas de las sociedades modernas.
Maduro hace un llamado a la soberanía y autodeterminación
El discurso de Nicolás Maduro refleja una postura firme en defensa de la soberanía venezolana frente a las críticas internacionales. Al rechazar la resolución de la OEA y las demandas de transparencia en las elecciones, el mandatario reafirma su compromiso con un modelo de gobierno que, según él, responde a las verdaderas necesidades del pueblo venezolano. En este contexto, Maduro continúa defendiendo su visión de una nueva democracia para el siglo XXI, desafiando a quienes cuestionan su liderazgo y la legitimidad de su administración.
🔴 Maduro aseguró que no permitirá en Venezuela ningún intervencionismo extranjero.
🗣️ Al imperio gringo y sus aliados de la derecha mundial le decimos chao pescado porque aqui estamos construyendo la nueva democracia del Siglo XXI, dijo.
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— 𝙋𝙤𝙡𝙞𝙖𝙣𝙖𝙡𝙞𝙩𝙞𝙘𝙖 (@polianalitica) August 16, 2024