La violencia en la zona fronteriza de Colombia vuelve a cobrar una vida. Yampier Andrés Casorla Herrera, un adolescente venezolano de 17 años, fue asesinado en La Parada, un barrio comercial cercano al puente internacional Simón Bolívar, conocido por la afluencia de ciudadanos venezolanos. El trágico suceso ocurrió en la concurrida carrera 7, donde decenas de comercios y vendedores informales coexisten en un ambiente de tensión creciente.
Detalles del crimen del adolescente
El asesinato de Yampier Casorla tuvo lugar cerca de las 7:30 pm, cuando varios delincuentes lo interceptaron en plena vía pública. Vestido con una franelilla blanca, pantalón azul y botas blancas, el joven fue sorprendido por los atacantes, quienes sin mediar palabra le dispararon en repetidas ocasiones. Los testigos del suceso afirmaron haber escuchado al menos 10 detonaciones, mientras que el cuerpo del joven quedó tendido en una acera de la transitada carrera 7.
La escena del crimen se desarrolló en una zona frecuentada por cientos de venezolanos que buscan sustento en el comercio informal. Al escuchar los disparos, vendedores y mototaxistas, en su mayoría también de origen venezolano, entraron en pánico y huyeron del lugar, temiendo por sus vidas.
Una zona marcada por la violencia
La Parada es una localidad comercial de alto tránsito que se ha visto afectada por la violencia en los últimos tiempos. La proximidad con el puente internacional Simón Bolívar la convierte en un punto de encuentro para cientos de personas, incluyendo migrantes y comerciantes. Sin embargo, el aumento de la delincuencia y las extorsiones han hecho de esta área una zona peligrosa.
Este no es el primer crimen registrado en la carrera 7 de La Parada. Días antes del asesinato de Yampier Casorla, un comerciante de la misma calle fue ultimado tras negarse a pagar una “vacuna” exigida por grupos delincuenciales. La extorsión es una práctica común en la zona, donde aquellos que se resisten suelen enfrentarse a represalias violentas.
Testimonios de testigos del homicidio del adolescente
El ambiente de caos que siguió al asesinato de Casorla fue palpable. Uno de los vendedores que estaba cerca del lugar relató lo sucedido al medio Diario La Nación, afirmando que escuchó diez disparos antes de ver el cuerpo del joven caer al suelo. “Todo pasó muy rápido, la gente corrió para esconderse, no sabíamos de dónde venían los tiros”, expresó el testigo.
La violencia en La Parada ha generado miedo entre los trabajadores y residentes de la zona, quienes sienten que la seguridad es insuficiente. Los vendedores y mototaxistas, en su mayoría migrantes venezolanos, viven bajo constante amenaza y en un estado de alerta permanente ante el peligro de nuevos ataques.
Investigación en curso
Las autoridades colombianas han iniciado las investigaciones pertinentes para dar con los responsables del asesinato de Yampier Casorla. Hasta el momento, no se han ofrecido detalles sobre el móvil del crimen, pero la hipótesis de una extorsión o ajuste de cuentas no ha sido descartada. La policía continúa trabajando para esclarecer los hechos y garantizar la seguridad en esta convulsionada zona fronteriza.
El asesinato de Casorla ha vuelto a poner en el foco la situación de inseguridad que viven los migrantes venezolanos en áreas como La Parada, donde la violencia y la falta de protección policial son una realidad cotidiana. Las familias y trabajadores de la zona esperan que las autoridades tomen medidas para frenar la escalada de criminalidad que afecta a esta comunidad.