La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, hizo un contundente llamado a la comunidad internacional para la creación de un gran movimiento mundial antifascista. Durante la inauguración de la conferencia “Fascismo, Extremismo y Expresiones Similares”, en la que participaron más de 95 países, Rodríguez expresó la urgente necesidad de combatir las amenazas fascistas que se ciernen sobre el planeta. La funcionaria destacó que este frente global debe enfocarse en la defensa de la paz y la solidaridad entre los pueblos, en especial frente a las agresiones económicas y tecnológicas impulsadas por grandes capitales.
Un frente global contra el fascismo
Durante su discurso, la vicepresidenta Rodríguez advirtió que el fascismo está tomando fuerza en todo el mundo, impulsado por el capitalismo y grandes conglomerados tecnológicos. Definió este fenómeno como el “Cartel Mundial del Fascismo”, que, según sus palabras, amenaza con dominar a la humanidad. Para contrarrestar esta corriente, Rodríguez abogó por la creación de un movimiento global que aglutine a quienes se oponen a las ideologías extremistas y que luchen por preservar la paz y la igualdad.
Venezuela, según la vicepresidenta, ha sido víctima directa de estas agresiones, sufriendo sanciones, bloqueos económicos y arremetidas en redes sociales orquestadas desde países como Estados Unidos.
Las secuelas del extremismo en Venezuela
Rodríguez recordó los difíciles episodios que ha vivido Venezuela, como los intentos de golpe de Estado, magnicidios fallidos y bloqueos internacionales. Además, señaló que el país ha enfrentado ataques tecnológicos masivos, en un intento de desestabilizar el gobierno de Nicolás Maduro y crear un ambiente de odio y violencia en la sociedad.
Uno de los puntos centrales de su intervención fue la denuncia de la injerencia extranjera en las elecciones presidenciales venezolanas. Según Rodríguez, las grandes empresas tecnológicas y ciertos países han tratado de manipular la opinión pública a través de redes sociales y plataformas digitales, buscando imponer una “dictadura de algoritmos” que promueva la cultura del odio.
El fascismo como amenaza global
Rodríguez alertó sobre las consecuencias que podría tener la expansión del fascismo a nivel global. “Si el fascismo toma el planeta, no habrá lugar para respirar”, afirmó, advirtiendo que este movimiento extremista no solo amenaza a Venezuela, sino a toda la humanidad. Destacó que la lucha contra el fascismo no es una batalla exclusiva de su país, sino una guerra global que debe involucrar a todas las naciones.
En ese sentido, agradeció la solidaridad de otros pueblos que se han unido a la causa venezolana, alzando la voz contra los ataques fascistas. La vicepresidenta destacó que esta lucha debe basarse en el respeto mutuo y en la promoción del amor y la hermandad entre los seres humanos.
Responsabilidad y unidad en la defensa de la paz
Rodríguez concluyó su intervención enfatizando la responsabilidad que tienen los pueblos en no ceder ante las amenazas fascistas. Hizo un llamado a mantenerse firmes en la defensa de los principios de igualdad y justicia, advirtiendo que las ideologías extremistas buscan instaurar una cultura del odio y la arrogancia.
La vicepresidenta también mencionó el caso de Argentina, expresando su rechazo al auge del fascismo en la región y destacando la importancia de mantener viva la libertad y los derechos humanos en toda América Latina.
De esta manera, Delcy Rodríguez instó a los países presentes a consolidar un gran frente global antifascista, reafirmando que la lucha por la paz y la igualdad es el objetivo más noble que la humanidad puede perseguir.