La reciente suspensión de vuelos comerciales entre Venezuela y tres países clave –Panamá, República Dominicana y Perú– ha reducido en un 54% la conexión aérea del país con el resto del mundo. Esta medida, tomada desde el 31 de julio, ha salido a Venezuela con solo 83 vuelos internacionales semanales, frente a los 181 que operaban anteriormente. La presidenta de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (ALAV), Marisela de Loaiza, advirtió que la reducción afecta no solo al turismo, sino también a la economía nacional.
Impacto en la conectividad aérea en Venezuela
Con la cancelación de 98 vuelos semanales, Venezuela ha perdido más de 15.000 asientos disponibles en rutas internacionales. Esta suspensión ha aislado aún más al país en términos de conectividad aérea, afectando tanto a ciudadanos que planeaban viajar como a los aeropuertos que dejan de percibir ingresos.
De Loaiza destacó que la medida perjudica especialmente la conexión con Panamá, que funcionaba como puente para los venezolanos hacia Estados Unidos y otras naciones, y con Perú, que enlazaba a Venezuela con países del sur del continente.
Razones detrás de la medida
El gobierno venezolano anunció la suspensión de vuelos como parte de una respuesta política a lo que calificó como “injerencia” de gobiernos de derecha en las elecciones presidenciales de 2023, donde Nicolás Maduro fue reelegido.
La medida fue dirigida no solo a Panamá, República Dominicana y Perú, sino también a otros países que cuestionaron la legitimidad de las elecciones venezolanas, como Argentina y Chile. Aunque se especulaba sobre una posible extensión hasta el 30 de septiembre, el Ministerio de Transporte aclaró que la suspensión sigue sin fecha de caducidad.
Consecuencias económicas y turísticas
La disminución de la conectividad internacional repercute negativamente en el sector turístico venezolano, que ya estaba en proceso de recuperación tras la pandemia.
Venezuela, que en su mejor momento llegó a tener 352 vuelos internacionales semanales, ha visto una caída drástica en su conectividad aérea desde 2014, cuando la crisis económica comenzó a afectar al país. La reducción de vuelos no solo afecta el turismo entrante, sino también a los venezolanos que buscan viajar al exterior, quienes ahora deben buscar rutas alternativas, muchas veces más costosas y complicadas.
Posibles implicaciones futuras para Venezuela
La suspensión de vuelos con España, uno de los principales puntos de conexión de Venezuela con Europa, también está en el aire. El presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez, sugirió la posibilidad de romper relaciones diplomáticas y comerciales con España, lo que incluiría el cese de vuelos entre ambos países. Esta propuesta surge después de que el Congreso español reconoció a un exiliado venezolano como presidente electo, lo que fue visto por el gobierno de Maduro como una grave ofensa.
La suspensión de vuelos internacionales ha dejado a Venezuela aún más aislada del mundo, con un impacto significativo en su conectividad y en sectores clave como el turismo. Aunque el gobierno argumenta que la medida es una respuesta a la injerencia extranjera, las repercusiones económicas y sociales para el país son evidentes. La falta de vuelos no solo afecta a los ciudadanos que buscan viajar, sino también a la capacidad de Venezuela para atraer turistas y reactivar su economía en un contexto ya golpeado por la crisis.