Fedecámaras ha ajustado a la baja sus previsiones de crecimiento para el sector privado en Venezuela, proyectando un aumento del 4,2% para este año, una cifra considerablemente inferior a la expectativa inicial de más del 8%. Esta desaceleración refleja las dificultades que siguen enfrentando las empresas en un contexto marcado por la falta de financiamiento, la inseguridad jurídica y las deficiencias en los servicios públicos, según la organización gremial.
Fedecámaras señala los factores que frenan el crecimiento
El segundo trimestre del año no ha sido del todo favorable para el sector privado en Venezuela. A pesar de un crecimiento modesto en áreas como manufactura, comunicaciones y agricultura, los factores que han impedido un mayor dinamismo económico son preocupantes. Entre los principales obstáculos, Fedecámaras destacó la falta de acceso a crédito bancario, que ha restringido las oportunidades de expansión y reinversión en muchos negocios.
La inseguridad jurídica sigue siendo otro reto clave. Las empresas temen las repercusiones de cambios en las normativas o la intervención del Estado, lo que limita la toma de decisiones a largo plazo. Adicionalmente, las fallas en los servicios públicos, como electricidad, agua y transporte, agravan las dificultades operativas del sector empresarial.
Sectores en crecimiento y en declive, según Fedecámaras
Aunque algunos sectores han mostrado un leve repunte, como el comercio y la agricultura, otros no han tenido la misma suerte. Fedecámaras identificó que el turismo, la construcción y los servicios inmobiliarios han sido especialmente golpeados en el segundo trimestre del año. La falta de infraestructura adecuada y el poco incentivo para nuevas inversiones han limitado el crecimiento de estos sectores, que en condiciones normales podrían ser grandes motores de la economía.
El estancamiento en el sector turístico es especialmente preocupante, dado su potencial para generar ingresos y empleo. La falta de servicios esenciales, como la electricidad estable, disuade a turistas e inversores de ver a Venezuela como un destino viable. Asimismo, la construcción sigue paralizada por la falta de materiales y de políticas públicas que impulsen nuevos proyectos.
Estabilidad en el empleo, pero salarios bajos
A pesar de las dificultades, el empleo en el sector privado ha permanecido relativamente estable, según los datos recopilados por Fedecámaras. Sin embargo, el crecimiento salarial ha sido limitado. El salario promedio del personal obrero alcanzó los 183 dólares al mes, lo que representa un aumento del 1,7% respecto al primer trimestre del año. Aunque esto refleja una mejora, los niveles salariales siguen siendo insuficientes para cubrir el alto costo de vida en el país.
La estabilización del empleo es un signo positivo dentro de un contexto general de incertidumbre, pero la lenta recuperación salarial sugiere que la capacidad de compra de los trabajadores no ha aumentado de manera significativa. Esto podría tener un impacto negativo en la demanda interna y, por tanto, en el crecimiento económico futuro.
Perspectivas económicas divergentes
El Banco Central de Venezuela (BCV) informó recientemente de un crecimiento del 8,78% en la actividad económica del país entre abril y junio, con lo que el país acumula ya 13 trimestres consecutivos de crecimiento. Sin embargo, Fedecámaras y otros observadores privados son más cautos. Las sanciones internacionales siguen afectando de manera adversa el dinamismo económico, a pesar de los esfuerzos del gobierno por implementar medidas que mitiguen sus efectos.
A principios de año, el presidente Nicolás Maduro pronosticó que la economía cerraría 2024 con un crecimiento superior al 8%. No obstante, estas cifras contrastan con las estimaciones de organismos independientes, como el Observatorio Venezolano de Finanzas, que reportaron una caída del 1,2% en 2023. Estas divergencias reflejan la complejidad de evaluar el verdadero estado de la economía venezolana y sus perspectivas a largo plazo.
A pesar de que algunos sectores de la economía venezolana han mostrado un crecimiento leve, las previsiones de Fedecámaras para el sector privado indican una desaceleración en comparación con las expectativas iniciales. Factores como la falta de financiamiento, la inseguridad jurídica y las fallas en los servicios públicos siguen siendo los principales obstáculos para un crecimiento más robusto. Si bien el empleo ha permanecido estable, los salarios siguen siendo bajos, lo que limita el poder adquisitivo y podría frenar la recuperación económica en los próximos meses.