El presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció recientemente que la industria farmacéutica del país ha alcanzado una cobertura del 70% en el suministro de medicamentos a nivel nacional, un logro que, según el mandatario, evidencia la recuperación del sector tras años de crisis económica y sanciones internacionales. Durante su programa televisivo “Con Maduro +”, el jefe de Estado destacó que el restante 30% de los fármacos en el mercado se complementa con importaciones, lo que garantiza un “abastecimiento pleno” en las farmacias. Estas afirmaciones llegan en un contexto de crecimiento del sector, impulsado por un aumento significativo en la producción y distribución de medicinas durante el último año.
Crecimiento de la industria farmacéutica en Venezuela
El presidente Maduro subrayó que, tras años de dificultades económicas marcadas por la caída de la producción y las sanciones impuestas por Estados Unidos, la industria farmacéutica ha logrado recuperarse, alcanzando el 70% de la cobertura de medicamentos en el país. Según el mandatario, esta recuperación refleja no solo la capacidad productiva de Venezuela, sino también la calidad de los fármacos, que asegura son de “calidad mundial”.
El aumento en la producción farmacéutica ha permitido suplir gran parte de la demanda nacional, que anteriormente dependía en gran medida de las importaciones. Actualmente, el 30% de los medicamentos sigue siendo importado, lo que, según Maduro, complementa la oferta interna y asegura la disponibilidad de tratamientos en las farmacias de todo el país.
De la inversión a la crisis: el impacto de las sanciones
Maduro recordó que entre 2006 y 2014, Venezuela experimentó un período de significativa inversión en el sector farmacéutico, lo que impulsó la producción local de medicamentos. Sin embargo, según el presidente, esta fase de crecimiento se vio afectada por las sanciones económicas impuestas por el gobierno de Estados Unidos, las cuales, según sus palabras, provocaron una “situación catastrófica” en el suministro de fármacos.
Entre 2014 y 2019, la producción de medicamentos en Venezuela se contrajo en un 75%, lo que generó una escasez severa en las farmacias, llegando a un desabastecimiento del 80%. Este colapso fue atribuido por el gobierno a la “guerra económica” y a las dificultades para importar materias primas necesarias para la producción. No obstante, el escenario ha comenzado a mejorar gracias a la recuperación parcial del sector, con un repunte en la producción y distribución de medicinas.
Cifras que respaldan la recuperación de la industria farmacéutica
La Cámara de la Industria Farmacéutica de Venezuela (Cifar) confirmó que el mercado de medicamentos ha mostrado un crecimiento sostenido en los últimos meses. En julio de 2024, se distribuyeron 28,56 millones de medicamentos en el mercado nacional, un aumento del 57,5% en comparación con el mismo mes de 2023. Este crecimiento es significativo si se tiene en cuenta que entre 2014 y 2019 el sector sufrió una contracción severa debido a la crisis económica.
El acumulado de los primeros siete meses de 2024 alcanzó los 174,95 millones de medicamentos distribuidos, lo que representa un incremento del 44,6% en relación con el mismo período del año anterior. Estos datos confirman que la industria farmacéutica venezolana está en un proceso de recuperación, aunque aún depende en parte de las importaciones para satisfacer completamente la demanda interna.
Desafíos y perspectivas para el futuro
A pesar de los avances recientes, la industria farmacéutica en Venezuela todavía enfrenta retos significativos. La dependencia de importaciones para el 30% del mercado refleja las dificultades que persisten en la producción nacional, principalmente debido a las sanciones y a la falta de acceso a recursos y tecnología. Sin embargo, el crecimiento registrado en los últimos años, especialmente en 2024, muestra que la industria ha comenzado a levantarse, impulsada por un esfuerzo conjunto del gobierno y el sector privado.
El desafío ahora es mantener este ritmo de recuperación y buscar una mayor autosuficiencia en la producción de medicamentos. Si bien las cifras actuales son alentadoras, el futuro de la industria dependerá en gran medida de la capacidad del país para sortear las barreras económicas y seguir invirtiendo en infraestructura y tecnología farmacéutica.