Las explosiones recientes de bombonas de gas en los sectores de Petare y Caricuao han encendido las alarmas sobre la seguridad en torno al uso de bombonas en Caracas y otras partes de Venezuela. Estos incidentes, sumados a un preocupante aumento en el número de accidentes relacionados con bombonas en mal estado, evidencian un problema que afecta mayormente a las zonas más vulnerables del país. La falta de mantenimiento y renovación del parque ha generado un peligro constante para miles de familias venezolanas.
Aumento alarmante de accidentes de bombonas
Entre agosto y septiembre, se han reportado 34 accidentes relacionados con bombonas de gas en las zonas populares de Caracas, según informó Pablo Antonio Palacios, comandante de los bomberos de la ciudad. Las explosiones en sectores como Petare y Caricuao han sido los incidentes más recientes que han puesto en evidencia el grave riesgo al que están expuestas las comunidades. Estos productos en mal estado, muchas de ellas deterioradas por el uso prolongado y la falta de mantenimiento, representan un peligro inminente para los hogares que dependen de este sistema de suministro de gas.
El aumento de estos accidentes ha hecho que los habitantes de sectores vulnerables vivan en constante preocupación. Manipular bombonas que llevan años sin ser renovadas se ha convertido en una amenaza latente.
La crisis en la industria gasífera
El problema de las bombonas de gas no es nuevo. Según Iván Freites, secretario de profesionales y técnicos de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), el mercado interno de gas doméstico en el país contaba con 15 millones de bombonas. Sin embargo, la crisis económica y la falta de inversión en la industria gasífera han reducido esa cantidad a solo 3 millones de bombonas operativas, mientras que 12 millones han sido calificadas como “inservibles”. Esta dramática caída en la disponibilidad de bombonas ha agravado la situación, dejando a muchas familias expuestas a riesgos graves.
Freites ha hecho un llamado urgente al Estado venezolano, sugiriendo la necesidad de realizar una compra masiva de bombonas de gas para reemplazar las que están deterioradas. Aunque reconoce que las limitaciones económicas de Pdvsa complican una adquisición de gran magnitud, propone que se implemente un plan gradual para reemplazar las bombonas en mal estado.
Desigualdad en el suministro de gas en bombonas
La inseguridad derivada de lod recipientes de gas deteriorados afecta mayormente a las zonas populares, donde el gas llega en bombonas, a diferencia de las urbanizaciones y conjuntos privados, donde el suministro de gas se realiza a través de tuberías. Esto crea una profunda desigualdad en el acceso a un servicio básico como es el gas doméstico. Las familias de escasos recursos, que dependen de las mismas para cocinar y calentar agua, son las más afectadas por esta situación, ya que no cuentan con alternativas seguras para acceder a este recurso.
En las zonas rurales y urbanas más pobres, la preocupación crece con cada incidente de explosión o fuga de gas. La falta de opciones para renovar sus bombonas obliga a las personas a utilizar bombonas deterioradas, aumentando el riesgo de accidentes fatales.
Un llamado a la acción
La crisis de las bombonas de gas en Venezuela es un reflejo más de los problemas estructurales que afectan al país. La falta de inversión en la infraestructura gasífera, junto con la incapacidad de renovar el parque de bombonas, coloca a miles de familias en riesgo diario. Los habitantes de las zonas más vulnerables urgen una respuesta del Estado y exigen medidas que garanticen su seguridad y el acceso a un servicio de gas doméstico confiable.
Los recientes accidentes por bombonas de gas deterioradas han generado preocupación en Venezuela, donde las comunidades más pobres están en mayor riesgo. La falta de mantenimiento y renovación refleja la crisis en la industria gasífera del país. Las autoridades están llamadas a actuar con urgencia, buscando soluciones que no solo garanticen la seguridad de las familias, sino que también equilibren el acceso a un servicio tan esencial como el suministro de gas.
