El cáncer de mama se ha convertido en la principal causa de muerte oncológica en Venezuela, afectando a miles de mujeres cada año. En un país donde la crisis económica y la falta de recursos médicos son protagonistas, las cifras de mortalidad y diagnósticos aumentan de manera alarmante. A pesar de los esfuerzos de organizaciones como SenosAyuda y la Sociedad Anticancerosa, la falta de acceso a tratamientos oportunos y diagnósticos tempranos sigue siendo un problema grave. El panorama es preocupante, pero hay soluciones que podrían cambiar el curso de esta tragedia.
Cáncer de mama: una crisis desatendida
En 2024, el cáncer de mama ha cobrado la vida de más de 3.707 mujeres en Venezuela. Cada día, 10 mujeres fallecen a causa de esta enfermedad, según el gerente general de la Sociedad Anticancerosa, Juan Saavedra. Además, se han diagnosticado 9.148 nuevos casos este año, lo que significa que diariamente 25 mujeres reciben la devastadora noticia de tener cáncer de mama. La falta de acceso a diagnósticos tempranos y tratamientos efectivos es uno de los principales factores que agravan esta crisis.
Las pacientes, muchas veces, no pueden acceder a los servicios médicos necesarios debido a la escasez de insumos, equipos y medicamentos, lo que eleva las tasas de mortalidad y acorta significativamente la vida de las afectadas.
Obstáculos en el tratamiento del cáncer de mama
La falta de medicamentos de alto costo, como el trastuzumab, es solo uno de los muchos obstáculos que enfrentan las mujeres con cáncer de mama en Venezuela. En julio de 2024, pacientes y familiares se manifestaron frente al Seguro Social para exigir la compra urgente de estos tratamientos, que son esenciales para su recuperación. A pesar de la respuesta, esta no ha sido suficiente, y los hospitales públicos siguen enfrentando deficiencias que representan un desafío para los pacientes.
Equipos de radioterapia y quimioterapia, así como insumos básicos para exámenes y diagnósticos, están en déficit. Según el oncólogo Álvaro Gómez, los pacientes tienen dificultades tanto en el acceso a intervenciones quirúrgicas como a tratamientos sistémicos en la salud pública, lo que deja a muchas mujeres sin opciones reales de tratamiento.
La importancia de la detección temprana
Una de las claves para reducir la mortalidad por cáncer de mama es la detección temprana. Sin embargo, la falta de campañas públicas masivas que eduquen a la población sobre la importancia de realizar exámenes regulares y la autoexploración es un factor determinante en el incremento de los diagnósticos tardíos. Bolivia Bocaranda, presidenta de SenosAyuda, destaca que en los primeros siete meses de 2024, las consultas de pacientes con cáncer de mama se duplicaron en comparación con el año anterior, lo que refleja un alarmante aumento en la demanda de atención.
Bocaranda también insiste en la necesidad de crear conciencia desde la infancia, educando a las niñas sobre la importancia de la prevención y el cuidado de su salud, para que crezcan con el conocimiento necesario para actuar a tiempo ante un posible diagnóstico.
El futuro: invertir en salud para salvar vidas
La situación del cáncer de mama en Venezuela no debe ser vista como una sentencia de muerte. Según Saavedra, la inversión en infraestructura, medicamentos y personal médico puede marcar la diferencia. Los países que han apostado por la prevención y el tratamiento temprano han logrado reducir las muertes por cáncer de manera significativa. En Venezuela, los médicos diagnostican a las mujeres con cáncer de mama, y ellas pierden en promedio 15 años de vida, un costo inaceptable que se podría evitar con mejores políticas de salud.
Es urgente que el gobierno y las organizaciones tomen medidas para enfrentar esta crisis, y que se impulsen campañas de prevención que lleguen a todos los rincones del país, porque un diagnóstico temprano puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.