El reciente Índice Mundial de Libertad Económica 2024, presentado por el Fraser Institute de Canadá en colaboración con Cedice Libertad, coloca a Venezuela en el último puesto entre 165 países evaluados. Con una puntuación de apenas 3.02 sobre 10, el informe destaca los profundos desafíos económicos que enfrenta la nación, especialmente en áreas como la estabilidad monetaria y el comercio internacional. Este análisis subraya la urgencia de implementar reformas que fortalezcan las instituciones y promuevan un entorno económico más libre y competitivo.
Evaluación global de la libertad económica
El Índice Mundial de Libertad Económica 2024 es una herramienta que permite medir el grado de apertura económica de los países a partir de cinco componentes clave: estabilidad monetaria, tamaño del gobierno, sistema legal y derechos de propiedad, libertad de comercio internacional, y regulaciones en materia de crédito, trabajo y negocios. En esta edición, Venezuela obtuvo una puntuación de 3.02 sobre 10, lo que la sitúa en el último lugar del ranking global. Este resultado refleja los problemas estructurales que enfrenta la economía venezolana, como la inestabilidad de su moneda y las restricciones en sus políticas internas y comerciales.
Moneda inestable y desafíos económicos en Venezuela
Uno de los principales factores que arrastra a Venezuela al fondo del índice es la estabilidad de su moneda. Con una puntuación de tan solo 0.74 sobre 10 en este apartado, el país muestra un panorama desolador en cuanto a su capacidad para mantener una moneda sana y confiable. La hiperinflación, la devaluación del bolívar y las constantes fluctuaciones en los precios han debilitado significativamente la confianza en la moneda nacional.
A pesar de este sombrío panorama, el área mejor valorada para Venezuela fue la libertad de comercio internacional, con una puntuación de 5.03 sobre 10, lo que sugiere que, a pesar de las restricciones internas, existen esfuerzos para abrir el país al comercio global, aunque de manera limitada.
Comparativa regional y global
A nivel regional, Panamá se erige como el país con mayor libertad económica en América Latina, con una puntuación de 7.62 sobre 10, mientras que Hong Kong, Singapur y Suiza encabezan la lista global. Estos territorios han logrado crear entornos económicos competitivos y abiertos, con políticas que promueven la inversión, la estabilidad y la protección de los derechos de propiedad.
Venezuela, en contraste, se encuentra en el extremo opuesto, reflejando la falta de políticas sostenibles y claras que favorezcan un crecimiento económico inclusivo. Las reformas urgentes y necesarias para revertir esta situación aún no han sido implementadas, lo que mantiene al país atrapado en una espiral de crisis económica.
Pensiones y la libertad de elección en Venezuela
El informe también pone de relieve la importancia de la libertad económica en áreas como los sistemas de pensiones. En un mundo donde el crecimiento demográfico se desacelera, los sistemas basados en contribuciones obligatorias pierden sostenibilidad. El estudio del Fraser Institute sostiene que los individuos deberían tener mayor libertad para decidir sobre su retiro, ahorros y trabajo, en lugar de estar sujetos a un sistema obligatorio.
Este análisis invita a los países, incluida Venezuela, a reflexionar sobre la necesidad de políticas que permitan a los ciudadanos mayor autonomía económica, lo cual a su vez contribuiría a un sistema financiero más estable y una mejor calidad de vida.
El informe del Fraser Institute es un claro llamado a la reflexión sobre la situación de la libertad económica en Venezuela. Con el país ocupando el último puesto a nivel mundial, se pone de manifiesto la necesidad de cambios profundos en sus políticas económicas y su sistema institucional. Sin reformas significativas que promuevan una economía más libre, inclusiva y abierta, el futuro económico de Venezuela seguirá siendo incierto y desafiante.